sábado, 11 de octubre de 2008

VIRUS


Es sábado y llueve.
Acabo de superar con buenas notas al virus del estómago. Es un bichejo espantoso que se mete en tu organismo y te produce una gastroenteritis galopante. Abres un ojo y te preguntas, ¿pero quién, narices, me habrá contagiado semejante virus, que me va a oír? Y lo odias, y lo maldices.
No dura más de veinticuatro horas, me dice una amiga. Es lo bueno, que dentro de poco estarás bien.
Pero no es verdad. A las veinticuatro horas dejas de hacer inventario de tus bienes terrenales y de pensar en tus últimas voluntades, eso sí. Pero te quedas para echarte a la basura, no sé si como residuo tóxico o como vidrio reciclable. Pero en cualquier caso para nada bueno, aunque delgada, muy delgada. Tanto que hasta creo que mi masa corporal no sería admitida en la pasarela Cibeles. Eso me llena de gozo aunque no importe demasiado porque mi palmito tampoco.
Una patata hervida me parece como una fuente de cocido y dos corderos.
Lo primero que he hecho nada mas poner el pie en el suelo ha sido irme a Stradivarius. Stradivarius es una tienda de ropa de mujer monísima en la que siempre salgo con un pañuelito por no dar el cante.
- No tenemos nada de su talla -me dice la dependienta que ya me conoce.
-Pero oiga.
-No es que no trabajemos su talla, mujer. Es que no nos queda en este momento.
Entrar en alguna de sus tallas se ha convertido en una obsesión que me corroe.
No ha sido posible, he continuado sin poder entrar en ninguna prenda, ni siquiera en el jersey, mangas de murciélago, de última en esta temporada.
La dependienta de siempre me ha sacado el pañuelito y me ha dado golpecitos en le espalda.

He salido de allí la mar de desangelada.
No ha sido suficiente. Tendré que encontrar de nuevo al que me contagió el virus. Todavía me sobra masa corporal para Stradivarius.
No somos nada y además llueve.


4 comentarios:

leo dijo...

Jejeje. Espero que estés mejor de la masa corporal, los virus y todo eso. En cuanto a los Stradivarius, mejor que vayan con la música a otra parte y nos dejen a cada uno con nuestra talla.

Fernando Alcalá dijo...

Nunca mejor dicho, Leo. La música en Stradivarius, aparte de estridente, es fea fea a rabiar.

NIck dijo...

hola!!
espero que estes mejor y que el virus no se propague más de lo debido, no soportaría estar en cama, como que no puedes hacer nada y los ánimos están por los suelos, al menos eso me pasa a mi, afortunadamente no me enfermo muy a menudo.

cuidate mucho.

carmen dijo...

Leo, estoy de acuerdo contigo. Cuánto padecimiento para entrar en la talla de las barbies. Si total no son más que barbies. Así que eso, que se larguen con la música a otra parte.
Fernando, no sabía que le tuvieras esa manía a los pobres stradivarius, pero a partir de ahora me fijaré en su estridencia. Por cierto el otro día te quise dejar un comentario en tu blog y no pude. ¿Lo tienes liado o la que me lio soy yo?
Nike, que ilusión encontrarte por mi blog. Ya estoy bien y por supuesto he recuperado los kilos perdidos. Pero lo importante es estar hecha un pincel y tener los ánimos en la estratosfera. posibles.