sábado, 28 de octubre de 2023

INSOMNIO

                                                        



 

 

 

 

Soy insomne, una insomne de catalogo. No quiero ir a más porque dicen que eso produce deterioro cognitivo y no estoy por la labor. Dicen que también lo producen las pastillas tipo diazepan y aledaños. Vamos, que como te descuides te quedas gagá. Me han puesto entre la espada y la pared por lo que he decidido dejar la pastilla, acostarme todos los días a la misma hora, apagar el móvil y de más. Y si ni por esas, ponerme audios de meditación o yoga Indra. Lo del yoga Indra está muy bien. Te aseguran que aunque no duermas, es como si durmieras, que tiene el mismo efecto para la salud. Que la relajación que se produce es de tal intensidad que equivale a varias horas de sueño. A veces lo he probado y lo que se dice dormir, no lo consigo, pero quedarme pegada al colchón, inmóvil y algo catatónica sí, ves tú. El problema es que no me fio de que quedarme en ese estado tan extraño equivalga al sueño.

Mi última decisión ha sido ponerme audios de Schopenhauer. Es un buen invento porque el hombre era estoico y algo pesimista. La voz del audio es susurrante y deprimente. Dice en murmullos que no tenemos nada, que ni siquiera nuestros miembros físicos nos pertenecen, que en cualquier momento los perdemos o nos quedamos paralizados por la artritis o la artrosis. Dice también que por no pertenecernos, no nos pertenecen ni los amigos, ni la familia, ni un plato en la mesa... Que lo podemos perder todo en un santiamén. No es animado, esa es la verdad, pero te hace meditar un huevo. La voz es envolvente y lo dejo amargarme la vida mientras me atontolina. Dice que lo único bueno con lo que contamos es el carácter, o sea la posibilidad de echarnos el mundo a la espalda y apechugar con lo que nos toca. Luego, para ahondar un poco en el mensaje, da citas muy antiguas y hermosas. “La felicidad es la ausencia del dolor”, Epicuro. “La felicidad se logra con la práctica de la virtud”, Sócrates. “Si no te duele nada al levantarte, celébralo”. Y ya cuando me encuentro entre el sueño y la vigilia, suelta la frase que me deja en shock “Carpe diem” que la dijo un tal Quinto Horacio Flaco, un poeta romano que murió allá por el año 8 a.c.

A partir de ahí ya duermo ocho horas además de volverme sabia y desapegada. Paso el día en un continuo pasotismo del que no me saca ni Abascal, ni Yolanda Díaz, ni Pedro Sánchez, ni Feijoo.

Es un laissez faire, laissez passer que os recomiendo.


viernes, 13 de octubre de 2023

Soledad

Los que me esperaban al nacer


 

 Qué solita te dejo, dijiste el otro día en una cama de hospital triste, rodeado de cables y cortinas. No lo dijiste siquiera con amargura, solo así: eres la última. Y a mí se me apagaron las luces de golpe, dejé de ver una mesa de comedor repleta de jóvenes divertidos, de escuchar las voces de nuestros padres, la vuelta al ruedo de la tata cuando le había salido la paella de cine. La vi con su gorro blanco tratando de abrazarte sin alcanzar tus rodillas. Dejé de ver mi habitación llena de niñas del colegio esperando a que mi hermano Juan Alfonso saliera del laboratorio, “tan guapo, con su batita blanca”, decían. Y así, mientras recordábamos hasta al “Sereno” de antaño, fui cerrando puertas y habitaciones. Mi habitación, primer lugar al que acudíais Javier y tú, cuando regresabais a casa por vacaciones, porque era la primera que me despertaba para recibiros. Qué mayores, jóvenes y guapos os veía. Las canciones de Elvis Preysler os acompañaban a todas partes. Siento vuestro olor a colonia, ese deseo inmenso a que me quisierais, a que no me olvidarais por muy pequeña que fuese. Apagué la luz de mi primer seiscientos del año de la tana: “Fitipaldi” le llamabas, ese que me regalaste cuando ya eras un potentado y podías comprarte uno nuevo. Pequeño y verde, sonoro y limitado en velocidad y embrague, pero tan mío gracias a ti.

Hemos vivido estos días en el hospital cargados de recuerdos, tantos  que hasta hemos logrado conjurar al miedo. Y ha sido así como me he enterado de que atendiste un parto en una guardia y los pacientes querían que fueses su ginecólogo para siempre. Me he enterado de que Peluca  se colaba en nuestra portería a los 16 años solo para sentirse cerca de ti.

Hemos sido niños, Juan Alfonso, hemos sido adolescentes y, poco a poco, hemos ido abandonando nuestra primera familia para crear las nuestras. Pero ese olor a juventud y a expectativas, ese King Creole te lo has llevado tú, por ser el último, por desempolvar tantos recuerdos, porque has cerrado el sobre de nuestro pasado y le has puesto un sello de lacre.

A partir de ahora continuaré viviendo con la familia que cree, con mis canas, mis arrugas y mis recuerdos. Viviréis en mí y en mis sobrinos para siempre. Nadie olvidará a nuestros padres, ni a la tata, ni a Gabriel Miró 6, porque nuestros hijos no lo van a consentir y porque yo no hago más que contar historias de  ellos para que así sea.

 Ellos han recogido nuestra forma de reírnos, la ironía, la alegría que sentíamos y la rectitud que nos enseñaron nuestros padres.

 Juan Alfonso, cuida de nosotros porque ya eres un ángel y los ángeles nunca nos olvidan.

 

 

domingo, 24 de septiembre de 2023

LA CORTEZA PREFRONTAL Y LOS MAYORES

 

 

                                          


 

 

 

Un alumno de primaria se lía a patadas, puñetazos, mordeduras y arañazos con cuatro profesores en un colegio de Gran Canarias. Dos hombres amenazan de muerte a un médico en el hospital de Málaga. Un niño de trece años apuñala a un profesor en Murcia. Un joven de Teruel, a prisión por pegar una patada a un juez…

Así comienza el artículo de Rodrigo Terrasa en el diario El Mundo de hoy 24 de septiembre de 2024.

Toda generación ha criticado a la anterior, la ha considerado una perdición, un caos, algo irrecuperable. Recuerdo a mi madre empeñada en que apagara la televisión cada vez que salía  Demi Roussos porque, hija, es que huele fatal. Era el aspecto lo que despertaba sus papilas olfativas. Un hombre vestido con túnica, barba y melena, era símbolo inequívoco de que no se lavaba y por tanto olía a perro vagabundo.  Si además ese mastodonte tenía voz de mujer ya se le cruzaban todos los cables y se le derrumbaba su mundo apacible y seguro.

 Es difícil aceptar las actitudes de las nuevas generaciones. Mi vecino Nicolás estaba convencido que todos aquellos que compraban un todo terreno, eran hombres bajitos, que fumaban en pipa y la tenían corta. Lo afirmaba con una rotundidad tal, que consiguió que yo me apartara cuando veía acercarse cualquier todoterreno. Tenemos una clara tendencia a encasillar a la gente y eso nos hace crearles un mundo lleno de fantasías y tópicos. Y cuanto más desconocemos el tema, más nos atrapa ese maremágnum de ideas sin pies ni cabeza. A la tía Catalina le preocupaba mucho no tener dinero negro. Aquello ocurrió en los años de la reforma fiscal. No se hablaba de otra cosa. Hacienda iba a acabar con la economía sumergida y a las amigas de mi tía les encantaba presumir de tener dinero negro escondido en recónditos agujeros negros. Hija, y yo ¿por qué no tengo?, me preguntaba la mar de desilusionada. Para ella el hecho de no disponer de una caja de zapatos escondida al fisco, le resultaba tan vulgar.

Los olores de Demi Roussos, el bajito con pipa subido a un todoterreno, el dinero negro y demás contundentes afirmaciones, pasaron a la historia hace mucho tiempo y el mundo continuó girando a su aire, como siempre. Sin embargo, como no podía ser de otra forma, ahora soy yo la tía Catalina, o mi vecino Nicolás, o mi madre. No reconozco el mundo en el que vivo. Juré que cuando me hiciese mayor no empezaría a comer antes que los demás, que no hablaría fuerte en el cine, ni daría mi opinión a todo lo que se moviese. Juré que no etiquetaría a nadie por su aspecto, y que me informaría antes de hablar. Juré, es verdad, juré mucho. Me pasé la vida jurando, pero lo que no sabía entonces, es que tenemos una corteza prefrontal en el cerebro, que se deteriora inexorablemente y te impele a no poder esperar para atacar el bol de patatas fritas o al canapé de salmón nada más verlo aparecer, a hablar sin medida de lo que sabes y de lo que no, a etiquetar a todo hijo de vecino y a guardar dinero dentro de la aspiradora por si acaso. 

Y aquí me encuentro, tan perpleja como estuvieron ellos, sin ser capaz de entender que cuando salgo de paseo se me crucen patinetes a la diestra y a la siniestra, y me insulten por andar tan despacio, que a mi vecino le peguen un empujón por las escaleras al pedir al dueño de un perro que recoja sus heces. Pero sobre todo, que a un juez se le envalentone un joven y se lía a patadas, que un adolescente le pegue a cuatro profesores y que apuñalen a un profesor de Murcia por quítame allá esas pajas, da pánico. Porque eso ya no es mi prefrontal, ahora estoy segura de que las nuevas generaciones se deterioran, se dirigen a la perdición, al caos, y se van a convertir en algo irrecuperable, como decía mi madre.

Que mal yuyu.

miércoles, 5 de julio de 2023

LA CHARCA DE LA MANCHA


 

 


  

He comprado un corrector literario. Se trata de una herramienta online creada a partir de la inteligencia artificial. Por supuesto es sabio y conoce de literatura una barbaridad. Te ofrece corrección ortotipografica. Dice que corrige los errores ortográficos, sintácticos, gramaticales. Explica también como unificar recursos  (mayúsculas, cursivas, comillas, negritas). Aplica al texto los principios de estética, funcionalidad, legibilidad y eficacia comunicativa. Y no solo eso, sino que es conocedor de estructuras y desarrollos. Capaz de imitar la forma de escribir de cualquier premio Nobel o Concourt que se precie.

 Te anima mucho para que lo compres: "Conseguirá usted vender tantos libros y gustar a tanta gente, que su estela le sobrevivirá siglos. Imagínese firmando ejemplares por doquier, tanto en las islas Caimán como en Nueva York. Tanto en la Pampa Argentina como en Burkina Faso. Su toque, ese de no ser de ninguna parte y al mismo tiempo de todas, le hará ser querido por la humanidad sin banderas, ni credos. Su fotografía colgará de grades edificios en lugares emblemáticos. Su cuenta bancaria rebosará por la creatividad y buen hacer."

Me gustó la perspectiva, la verdad. Soy un escritor desconocido que solo logra llamar la atención de pequeñas editoriales que viven de timar a los escritores y prometerles que por una mísera contribución le harán famoso. Ya he comprado toda la edición de mi propio libro: “Los ojos de la española”, coeditado previo pago de los ejemplares impresos para que luego los venda como dios me dé a entender. He recorrido despachos de compañeros, viviendas de vecinos, paseantes y bibliotecarios. He dejado mi libro en la peluquería de mi barrio, en el podólogo, el dentista y hasta en el tapicero ambulante, sin lograr deshacerme de los dos mil ejemplares editados y comprados a tocateja.

 Reconozco que el programa del corrector me ha salido un poco caro, pero eso no es nada en comparación con el gasto que me ocasionó mi antigua novela. Si salgo en los carteles de las mejores ciudades, si consigo que una editorial de renombre apuesta por mí, si recibo premio tras premio, y me traducen al nepalí o al tagalo, doy por bien gastado el dinero del corrector ortitopandico IA.

Ayer recibí el archivo, y para hacerme con las vicisitudes del programa, comencé con un relato de dos páginas.

El relato trataba de una historia de amor romántico frustrada por culpa del padre de ella,  califa y profundamente clasista.

La novela estaba ambientada allá por el siglo en el que las tierras alicantinas se encontraban bajo dominio musulmán. Comenzaba con la imagen de una pareja de adolescentes observando el mar embelesados desde lo alto de las murallas. Ella se llamaba Cántara y era de una gran belleza. Como tenía edad de casarse y muchos pretendientes, el padre decidió ponerlos a prueba. Se trataba de una leyenda sobre el monte Benacantil y la silueta del moro.

Escribo los primeros párrafos:

“Amanece, el tibio sol invernal ilumina la fría desnudez de las inmensas aguas del mediterráneo. El horizonte refleja la grandiosidad de un mar encrespado y tozudo en el que contados barcos de pesca se atreven a faenar ante la proximidad de una tormenta embravecida que se adivina en el horizonte. Se escucha el estridente graznido de las gaviotas.”

IA tacha los primeros párrafos y pregunta: ¿tibio sol?, ¿fría desnudez e inmensas aguas? Esas frases constituyen redundancia excesiva, ya que se utiliza el adjetivo anteponiéndolo al sustantivo en tres ocasiones. Si continua usted así, atragantará al lector.

Lo corrijo: Amanece, el sol ilumina la desnudez del mediterráneo.

IA tacha de nuevo:

¿Quién le ha dicho a usted que el mediterráneo es un mar desnudo? ¿Acaso le gusta a usted el cine porno? ¿Es un acosador que ve desnudos por todas partes? Como metáfora es excesiva y como eufemismo, desafortunado. Pero prosigamos ¿Porqué el mediterráneo esté encrespado, los barcos de pesca tienen que dejar de faenar? Estaríamos buenos si perdiéramos la cuota de pesca de la unión europea solo porque se adivina una tormenta allá, en el horizonte. Entregarían esa cuota a cualquier país de la Comunidad y nos dejaría sin salmonetes. ¿No se da cuenta de las terribles consecuencias que el relato de un mal escritor puede tener en su país? ¿Y las gaviotas?, esas que se quejan. ¿No sería mejor que en vez de un mar embravecido fuese una charca en medio de una llanura que está quedándose sin agua por el cambio climático? ¿No se da usted cuenta de que cuando uno escribe debe dejar huellas imperecederas del medio ambiente, del momento histórico en el que se halla para que lo conozcan las generaciones que venideras?, siempre se conocería lo desastroso que es la falta de agua y la necesidad de llenar embalses o presas. 

Llego a la conclusión de que el corrector IA no ha entendido que los hechos transcurren en la edad media. Le envío un resuman de la historia para que comprenda que en aquella época no se hablaba de ecología, que les traía al fresco el cambio climático. Que mi historia va de amor adolescente, de impedimentos parentales, de la dichosa silueta del moro y de los motivos por los que en el monte Benacantil sobresalga su imponente figura.

IA comienza a enfadarse: ¿Moro? Usted todavía tiene prejuicios raciales ¿verdad? Pretende llamar moro a un califa. Un hombre de reconocido prestigio que vivía en una fortaleza para defenderse de las colonias de prepotentes y machistas blancos que lo querían echar. Unos desokupas sin ápice de decoro. Eso es homofobia. Le sugiero que comience de nuevo teniendo en cuenta las sugerencias que le he planteado.

Comienzo de nuevo:

“El otoño va tiñendo de color ocre los campos y el embalse recién construido. En el campamento cristiano se respira una sensación de victoria. Todos quieren pensar que es el final de la ocupación musulmana para los soldados, significa el final de las incursiones árabes; para los nobles y capitanes, nuevas tierras y títulos; para los reyes, lograr coronar la unidad del reino; para la Iglesia, una victoria frente al infiel; y para todos, la deseada paz en la península.

IA ruge. Veo que está usted empeñado en glorificar las hordas fascistas que asolaron y asolarán nuestras comunidades autónomas, aquellas que trataron y tratan de unificar la península bajo un credo común, una lengua común y unos reyes despóticos y prepotentes. Su escrito es infumable y no me comprometo a ser su director literario. O corrige esa sarta de opiniones sectarias o le devuelvo el dinero y lo dejo con su novela “Los ojos de la española” para desmérito suyo y de su escritura.  

Me asusta no poder contar con el beneplácito de los habitantes de Urquina Faso y decido plegarme a sus indicaciones.

Comienzo de nuevo:

“En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no puedo acordarme…”

Eso ya es otra cosa. Continúe, hombre, continúe y vuelva al redil.

Y así voy escribiendo la nueva novela: “La charca de la Mancha”.  

 





domingo, 28 de mayo de 2023

JABALINA, CEGUERA TOTAL.

 

                                                      

 


 

 

 

 

“La realidad no existe”. Es el título del último libro de Jaime Rodríguez de Santiago. En resumen dice que solo vemos una parte de ella, que es como si miráramos la calle a través de una ventana. Lo malo es que además de no tener la capacidad para ver el entorno en toda su extensión, la vemos como quieren que la veamos.

 Las sectas imprimen en sus acólitos una ceguera total.

 Todavía recuerdo cuando se celebraron unos Juegos Paralímpicas y anunciaban por la radio que ese día tocaba el tiro con jabalina en la modalidad: ceguera total.

Aquel día decidí quedarme en casa y cerrar a cal y canto las persianas.

Me encuentro ahora en la misma tesitura. Siento que celebramos unas elecciones cuya modalidad es: ceguera total, que vamos a votar lo que decidan los periodistas, los de nuestras preferencias políticas, los que nos caen bien, los trileros. ¿Dónde está la bolita?

Los líderes políticos no disimulan, saben que se puede hacer cualquier cosa, cualquier barbaridad, y les seguirán votando los suyos. Más que todo, para que no lleguen los otros, el demonio, el pecado, el mal, los cuatro jinetes del apocalipsis.

No importa ya si se han dilapidado millones en trenes que no pasan por los túneles, o en camillas que no entran en el ascensor, o si un miembro del gobierno se manifiesta en las puertas del congreso contra sí mismo, en un acto de cinismo sin precedentes. No importa si les quitan las viviendas a unos para que otros vivan, ya que los responsables de que no haya indigencia se ha quedado con una mano delante y otra detrás de tanto comprar voluntades.  Ada Colau dice en un mitin, que a los catalanes no les importa la okupación sino el medio ambiente. Oye, y se queda tan ancha. Supongo que a los vecinos les dolería esa afirmación, pero si lo dice ella… Lo cierto es que no hubo nadie que le dijera, “Pero señora, ¿cómo no nos va  a preocupar el orden público, el deterioro de la ciudad, ver un barrio ocupado por los mossos, los desokupas, los vecinos y los lamentos? Pues es verdad, no les preocupa, porque son los tuyos, y los tuyos pueden hacer de todo.

Así ocurre en el otro lado. Ayer leí en los comentarios sobre los etarras en las listas electorales que fue Rajoy el que sacó de la cárcel a Bolinaga. Bolinaga, el horror de los horrores, el hombre que no luchaba por una idea sino que cuando vio que podían salvar a su presa, decidió callar y dejarlo morir en su zulo. Bolinaga que significaba para mí la encarnación del mal, del odio, de la crueldad. Ese Bolinaga era excarcelado por Rajoy, por la derecha, la derecha investida de moral y buenas costumbres. Y es verdad, lo sacó con la excusa de que estaba muy enfermo y no era verdad. ¿Qué nos están contando?

Acaso no fue Ciudadanos el que quería pactar con el PSOE para echar a Ayuso y Gómez Mira de sus presidencias y conseguir de esa forma dirigir unas comunidades que por votos no iban a conseguir jamás. Pues siguen buscando poder, se presentan sin ápice de vergüenza. Parece la obra de “Los diez negritos” cada día quedan menos, se despedazan entre ellos, y todavía no se han dado cuenta de que se les echa por traidores.

El poder produce ceguera total. Por eso les aconsejo no salir a la calle el  día de las elecciones, porque lo mismo se encuentra una jabalina atravesando su esternón mientras usted levanta ilusionado el emblema de su partido preferido.

sábado, 25 de febrero de 2023

EL MISTERIO DE SERAPIÓN

 

 

                                              



 

 

 

 

 

Tengo novio, se llama Serapión. Nos conocimos por las redes. Hace tiempo que me escribe y sus palabras son como bálsamo para mi existencia. Pero desde el domingo he empezado a dudar de él. Creo que es violador y gallo. Lo he notado porque me enviaron por WhatsApp un vídeo en el que dos humanes hablaban de que a los pollos hay que apartarlos de las gallinas porque las violan y además les hacen daño al violarlas. Y eso no se puede consentir. Hasta para violar hay que saber hacerlo. Su actitud al sacar yo el tema, ha sido agresiva. Nunca lo había sido, incluso me ha perecido que cambiaba su voz de barítono por un cacareo a horas intempestivas. Yo lo creía un humane respetable y zalamero, pero su actitud me ha parecido fuera de tono. He llegado a pensar si era una identidad “Shisping”, porque hoy día una no se puede fiar de nadie.  No he querido preguntárselo abiertamente por si me observa a través de alguna plataforma en streaming. Me he dado cuenta a estas alturas que no sé ni donde vive, ni si es humane y vecino. Mi hermana dice que puede ser un “Deeppfakes” de esos que corren por las redes. Dice también que hay modelos de lenguaje en síntesis y que se puede llegar a él mediante Valle, que es una herramienta de IA que te reproduce la voz o te la distorsiona. Hemos estado dando vueltas a la forma de desenmascararlo y hemos llegado a la conclusión de que lo mejor es enviarle por WhatsApp un relato de Roald Dhal a ver si reacciona como un asqueroso facha o como un progresista liberal. Si rompe el texto por homofono, xenofobo, zoofobo y demás familia, o permanece indiferente. Ya os contaré.  

viernes, 24 de febrero de 2023

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

                                             



 

 

 

 

 

 

Ayer leí que hay varios éxitos de Amazon escritos por inteligencia artificial. También se están otorgando premios literarios a libros escritos mediante este método. La verdad es que me extraña poco, porque los premios no se suelen dar a escritores rompedores, no son precisamente vanguardias, las que salen victoriosas de esos concursos, ni suelen ser superventas. Y el que lo dude que se lo pregunte a un amigo de esos que se leen cuarenta libros en un verano. “A mí, ves tú, ese me ha distraído aunque ya no me acuerdo de qué iba.” “La verdad que para la playa no necesito más que sol, moscas y una historia tripitida para que no se me derrita el seso.” Lo de toda la vida, añadido al nombre del escritor que sale en la tele, y algún aderezo de cantante o tertuliano es la receta ganadora. El negocio es el negocio. Pero eso ha debido existir de siempre. Se cuenta una anécdota de Alejandro Dumas padre,  que al preguntarle a su hijo si había leído su última novela, el hijo preguntó a su vez: ¿La has leído tu?

Algunas historias las escriben en las editoriales para que salgan aparentes. Esto no lo digo yo, lo dice cualquiera que tenga un poco de gusto literario y conozca las nuevas tendencias que no existen. Para este quehacer no importa que sea una inteligencia artificial la que, parapetada de logaritmos, nos deje una novela niquelada. Creo que si tú dices: descríbeme una tarde aburrida al estilo de Flaubert. Arrasas.

El problema es que la inteligencia artificial está avanzando a más velocidad de la que nos damos cuenta. Mi amiga Paula, por ejemplo, le ha salido un novio por internet que la tiene loca. Llevan meses hablando de los divino y lo humano, hasta que le propuse que le preguntara algo que se saliera de lo habitual. Parece que lo intentó y el supuesto mirlo blanco salió por peteneras. “Cariño mío. Qué ganas tengo de conocerte”. Paula ha entrado en bucle y ahora quiere a eso que le habla, sea maquina, animal o cosa. Quizá nos pase lo mismo a nosotros. Qué más da que el libro lo escriba una máquina si me distrae. Qué más da que pinte un cuadro si utiliza los colores que hacen juego con mis visillos. Y quizá tengan razón. la repetición es lo sencillo, lo cursi nuestro primer instinto. ¿Por qué hacernos los intensos? Ya hasta lo seguidores de Instagran son de pega, pues mientras me sigan y me jaleen, encantada.

Bueno, si lo que me cobran es asequible, claro.

 


HIJOS NATURALES



 

 

 

Me emocioné al ver las imágenes de los dos cordobeses: padre e hijo, abrazándose. No tengo ni idea cómo se ha gestado el esperado encuentro, pero Manuel Benítez, después de 50 años, ha decidido aceptar a su hijo Manuel Díaz y abrazarlo.

Es emocionante, se mire por donde se mire, pero dice poco del padre y muchísimo del hijo. Todos estamos con el hijo porque ha trabajado y luchado para ser reconocido él y su madre.

Me fui a la cama reconciliada con el mundo a pesar de que Martina, la ex de Benítez, haya dicho que le ha restado lustre al padre porque minimizó el trofeo que se le otorgaba. Yo creo que el trofeo le ha iluminado por obra y gracia del chico, pero para gustos, colores.

Como iba diciendo, me fui a la cama reconciliada con el mundo y a la vez, cargada de preguntas. ¿Sería yo capaz de aceptar a un nieto mitad hombre, mitad mujer, mitad dálmata y mitad trans? No sé, la verdad, no sé si tendría estómago. Los perros son fieles y cariñosos, es verdad, pero si los mezclas con un XX o un XY humano, ¿seguirán siendo lo que ahora son? Pues no sé, todo el mundo conoce la historia del minotauro. Saben también que se comía a las doncellas y ahora tenemos muy pocas. Quizá salga del laberinto y rodee el congreso en su afán sangriento. Será por eso que tengo que acudir a un taller de cognitivo. Me cuesta comprender los nuevos tiempos. Dicen que pasa con todas las generaciones. Lo malo es que con los avances de la ciencia, las generaciones actuales duran mucho más y los cambios que tienen que soportar son aplastantes.

La primera alerta de que algo no andaba muy bien entre mi realidad y la realidad de los demás, fue nada más llegar los podemitas al poder. Cuando vi como los mismos ministros salían de sus escaños para manifestarse en contra del gobierno, del que ellos formaban parte, me desestructuré. Y así de desestructurada vivo. Pensé que pronto ocurrirían cosas terribles. Y ahí los tenemos; multando a los que maten una rata y permitiendo el encuentro sexual entre animal y humano,  siempre que el animal diga que sí, porque el sí es sí.

 En resumen; querré a mi nieto dálmata y lo abrazaré con tanta ilusión como lo ha hecho Manuel Benítez a Manuel Díaz, diga lo que diga Martina, pero que me noto un cierto desequilibrio cognitivo, de eso no cabe la menor duda.  

 

 

 


sábado, 18 de febrero de 2023

ZALAMERÍAS



 

 

 

Cuando a Ramón lo nombraron CEO de su empresa, el antiguo CEO le dio unos consejos para alertarle, aún sabiendo que es muy difícil seguirlos.

A partir de ahora te vas a sentir muy solo, le explicó. Te parecerá que no puedes descargar tus angustias en nadie, y es ahora cuando aparecerán personas a tu alrededor que serán tu consuelo, tu paño de lágrimas, la compañía y el confort.

No caigas, esos son en realidad tus enemigos. Aprende a taparte los oídos como Ulises para no escuchar ese canto de sirenas envenenado. Esos que te arrullan serán los más inútiles, aquellos que quieren asegurar un puesto a tu lado para hundir a otro. Confía en aquellos que no te alaben, porque creen en ellos y también creen que podrán convencerte de su valía gracias a su esfuerzo y no a su zalamería y artilugios. Los realmente valiosos no necesitan sonrisas ni golpecitos en la espalda: creen que sus obras hablaran por ellos. Sin embargo, la vanidad será tu arma destructiva, esa arma que anida en el corazón humano. Hará difícil en esos momentos tomar el camino adecuado y apartarlos aunque no dejes de recibir indicios.

Todo ser humano contiene en su interior los instrumentos para su destrucción. No son visibles pero derriban, y una de ellas, la más importante y demoledora, es la vanidad, ella es la piedra que da al traste con cualquier potencial. Eso lo saben los manipuladores. Estarás viendo sus manejos y halagos pero preferirás obviarlos, así como ves la peligrosidad del alcohol o de cualquier adicción y lo minimizas.

 Pobre del que no sea capaz de salir de las garras de un manipulador. Será vilipendiado por detrás y agasajado por delante. Las sonrisas serán falsa, pero no serás capaz de descifrarlas, porque si hay algo que no quieres ver, no lo verás hasta que no te derribe. Solo tú te puedes salvar, las sabandijas están al acecho y lo más triste es que ahora tú las necesitas.


martes, 7 de febrero de 2023

FUTURO IMPERFECTO

 

 


 

 

 

 

 

Me gustaba imaginar cómo empezó todo. Que si Adán y Eva, que si el árbol de la ciencia del bien y del mal... Esas cosas que pasaban en “el principio” cuando era: “el verbo” . Imaginaba que era una alegoría que trataba de describir cómo el hombre surgió de alguna especie animal. Los días de mala digestión, imaginaba que algún extraterrestre había dejado en un mono una semillita que le amargó la vida a la especie haciéndolo inteligente, ingenioso y más malo que un dolor.

Antes éramos felices porque nos dirigían nuestros instintos y no cualquier Kim Jong-un ni nada por el estilo. No nos flagelábamos por comernos algún animal que estuviese en nuestra cadena alimentaria. El león, por ejemplo,  se comía todo lo que se moviese y luego se echaba una siesta la mar de satisfecho. Copulaba con cualquier hembra que estuviese en edad de merecer y procreaba aquí y allá. Sus hijos no eran suyos sino de la selva. Todo era perfecto porque estaba en su naturaleza. No había remordimiento por si me como un conejo o un ciervo. Por eso se llamaba: “El paraíso terrenal”. Pero de pronto llego una serpiente, un árbol, una manzana, una manipuladora, un calzonazos y todo se vino abajo. El hombre se avergonzó de estar desnudo, como ahora los perros que van hasta con gabardina y bufanda.

Aquello fue una evolución sin precedentes que nos apartó del idílico mundo del resto de los animales, tan solo para liarnos. ¿Estará bien? ¿estará mal? ¿Y éste porque sí y yo no? Comenzamos a engañarnos por un plato de lentejas, a anular a los que no pensaran como nosotros. Un mundo lleno de rencores y odio, pero al mismo tiempo, un mundo de evolución, de progreso, de fraternidad, de fidelidad a la pareja, de amor a la descendencia. Un mundo que creó la rueda, que miraba a las estrellas, que se hacía preguntas y soñaba en su bien y en su mal.

Pero observo intrigada que si el bing fue creando al hombre inteligente, el bang está retornándolo a la imbecilidad, volviendo al principio, al verbo, pero sin inocencia. Los hijos ya no son de los padres, ni siquiera de la selva como los leones, sino del Estado. Ya no seguimos el ciclo alimentario porque eso es comer cadáveres sino que nos alimentamos de florecillas silvestres y productos químicos para compensar carencias. No corremos ante el peligro del mamut, pero el corazón se nos pone igual de loco al grito del jefe, al que no puedes matar porque no es mamut y te encarcelarían. Ahora ya no nos preocupa la fidelidad a la pareja porque el instinto nos empuja a copular sin control, la especie se amplia a un maremágnum de posibilidades en continua transformación. Somos de un sexo hoy y otro mañana. A los leones les pondremos abrigos cuando haga frio y nosotros viviremos en un mundo virtual. Estamos en el bang: no hay familia, no hay parejas, no hay respeto, no hay conversaciones cara a cara, miraremos a las estrellas en el móvil. Estamos inventando unos seres que nos sustituyan para que nos dejen en paz y poder guasapear a placer. Una inteligencia artificial que nos dominará y a la que no podrá engañar: una serpiente, una manzana, un calzonazos y una manipuladora.

 


jueves, 19 de enero de 2023

SHAKIRA

 

                                            



 

 

 

 

 

Decididamente me inclino por Shakira. No es que me guste tomar partido, pero es muy fuerte que la otra, no solo se coma el bote íntegro de mermelada, sino que la suegra la apoye desde el balcón. Que Piqué la meta en su casa, en su cama, que la rutina haya hecho tanta mella que se pasee por la casa, no en tanga, sino en chándal, como un matrimonio aburrido de tanta mermelada y tanta suegra. Estaban en un momento de extrema relajación, tanta que hasta invitaban a las mujeres de los amigos de él para echar la tarde. Y mientras tanto, Shakira y sus hijos a por uvas. Eso no se perdona fácilmente. Los aditivos de cualquier engaño dicen mucho de los culpables.

Es la segunda traición más cutre que he conocido. La primera fue la de una amiga a la que su marido dejó embarazada nueve meses después que a la amante para aprovechar los vestidos de pre maman de ambas. Era un hombre ahorrativo. La primera mujer no se lo ha perdonado todavía, y eso que ya han pasado treinta años y quinientas noches.

Ella sueña que se pasea con una bolsa de Mercadona llevando la cabeza ensangrentada de su marido. No es pecado porque es un sueño, pero es muy estresante.

Menos mal que han llegado los podemitas para acabar con tanto odio, tanto resentimiento y tanto “facherío”. Ahora si la otra se toma la mermelada de la mujer y esta lo acusa de maltrato inventado, él va a la cárcel, pero a la vez, éste puede cambiar de sexo y la justicia le devolverá las llaves por ser mujer maltratada bis.

Es otro concepto. Tan sencillo todo que siento pena de que mi amiga siga arrastrando la bolsa de Mercadona. Ahora todo es diferente, ahora hay poliamor, no hay familias numerosas, ahora hay “familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza” Ahora pueden vivir todos, todas y todes juntos, sin rencores ni celos de fachas. Estoy con Sakira porque su canción es pegadiza y su dolor muy hondo. No le aconsejo que se haga trans ni binaria, porque es de Barranquilla y allí eso no se lleva, pero la verdad, le quitaría mucho lastre a su sufrimiento y podría integrar a la suegra en “la familia con mayores necesidades de apoyo a la crianza”


jueves, 5 de enero de 2023

QUÉ MIEDO

 



 

 

 

 

He pasado mala noche. Ayer vi a Papá Noel en patinete insultar a una anciana por cruzar con parsimonia la Gran vía.

Hoy me he despertado con una noticia espeluznante o ¿quizá atroz?. Un dron norcoreano alcanzó la residencia presidencial de Seúl el 26 de diciembre. Las fuerzas armadas del Sur fueron incapaces de derribarlas por lo que se lo han tenido muy callado hasta que se ha descubierto el pastel. Resulta que Kim Young-un, después de lanzar un dron y disfrutar desde su control de mando del miedo del Sur, como si se tratara de un videojuego de la Play, ha decidido prohibir la risa, el alcohol y los cumpleaños durante una semana y ha movilizado a agentes secretos para vigilar que se cumpla. Todo con motivo del aniversario de la muerte de Kim Yuongil, su padre. 

He recordado los Jueves Santo de mi infancia en los que estaba prohibido escuchar música que no fuese sacra. Es curioso cómo nos acostumbramos a todo y cómo normalizamos las reglas sin sentido que nos rigen. Esa normalización consigue que actúen sin consecuencias nuestros gobernantes. Vemos cómo Putin envía a la guerra a jóvenes rusos y cómo estos huyen despavoridos porque, entre otras cosas, no es su guerra. No son cobardes, son invasores que no quieren serlo. ¿Tan difícil de entender es?

 Corea lanza misiles al mar de Japón, drones a la residencia del líder surcoreano,  y luego se graba en vídeo muerto de risa, un poco antes de prohibir las risas a sus súbditos. Nadie se preocupa de eso. El mundo lo observa impasible, convencido de  que sus arrebatos no tendrán consecuencias.

En la cámara de representantes de EEUU se ha producido una larga batalla por la presidencia tras perder tres votaciones McCarthy por la rebelión de los suyos. El congreso no puede funcionar sin líder en la cámara, pero eso ya da igual. El ala dura republicana vota en contra de su propio candidato y bloquea la elección del presidente. Después del asalto al congreso disfrazados de apaches, ¿qué nos puede sorprender? No sigo con los lideres europeos porque me llamarán ácrata, descreída y aguafiestas. Pero alguien me reconocerá que da pánico estar dirigidos por psicópatas con poder sobre nuestras vidas. Y esta psicopatía se ha trasladado a la vida diaria, a nuestros ciudadanos, a nuestra cotidianeidad. Nos insultamos por fachas, por rojos, por transexuales o por heterosexuales. Nos odiamos tanto como nos odian los que nos dirigen. Si Papa Noel en patinete es capaz de sacar el dedo central a una anciana porque apuró un semáforo en ámbar en la Gran Vía ¿Qué no hará King Young-un?