jueves, 24 de octubre de 2013

NO PASARÍA NADA






Estamos llegando a tal conformismo que si mañana nos dijeran que al que han pillado vestido de cura y con un revolver en casa de Bárcenas era Rajoy, nos quedaríamos tan panchos. Y creo que hasta cambiaríamos de canal. Jo, qué cansinos, diríamos. Mira que otra vez con esas.
Ni se resuelve el caso Urdangarín, ni sabemos qué ha pasado con los consejeros de Bankia, si les pagaron los sueldos impresionantes que se habían puesto antes de hundir al banco y al país, si los metieron en la cárcel y van a salir cualquier día en “Encarcelados”, o están en Honolulu gastando la pasta que han tenido a bien regalarles por su “buena gestión”.
El presunto Urdangarín, según dicen en la prensa y nadie ha negado, celebraba y cobraba eventos irreales para quedarse con el dinero. ¿Y eso es tan difícil de juzgar? ¿Cuántos años requiere un juez para decidir que ese hombre no es trigo limpio y lo mejor es que no salga de España?
Sale una directiva del PP diciendo que el ex marido de Ana Mato sigue cobrando su nómina porque no se le puede echar a la calle así como así, oiga, que las leyes lo impiden. Alguno va y se lo cree, y cuando más ilusionado está creyendo que los que dicen lo contrario son unos “rojazos de mierda”, descubre que de la noche  a la mañana ya lo han echado, porque de pronto se ha vuelto facilísimo echar al hombre. Vamos que está tirado, tanto como pagar a Bárcenas el despido a trocitos, como dejarle un despacho y luego hacer desaparecer el disco duro.
Griñan es nombrado diputado para continuar siendo aforado per secula seculorum y todos tan contentos. Oye, pobrecito, que lo quieren implicar en ese asunto tan sucio del dinero de los parados y las juergas  Hombre de dios, como pueden creer ustedes eso. Lo aforamos para evitar la maledicencia que no por otra cosa, no vayan a creerse. Y los parados a dos velas pero votándoles con ese amor ciego e incondicional de antes de la guerra.
Los periodistas contando las noticias a gotitas y recogiendo velas a cada momento. ¿Qué fue de las fotocopias, de las fotocopias, de las fotocopias? Y los del PP, anunciando a bombo y platillo “A que nos querellamos” “A que sí” “Pues ahora no me querello, mire usted por donde”.
¿Qué enjuagues habrá tras esos, ahora sí y ahora no?
Es duro vivir en este país, es duro ver como tragamos por todo. Es duro que se rían de nosotros en nuestras propias narices. Es duro no tener alternativas, estar amarrados de pies y manos.
Lo dicho, si encontraran las huellas de Rajoy en la sotana del cura que entró en casa de Bárcenas, incluso si encontraran un “relaxing cup of café” con el carmín de Ana Botella sobre la mesa de la cocina, no pasaría nada. Pero nada de nada, se lo digo yo.


miércoles, 23 de octubre de 2013

YUYU







La ventaja del wass y el facebook es que ya no tienes que dar la cara. Mi madre me pedía que le escribiera las cartas de pésame porque se le daban fatal. Mujer, me decía, si tú te lo ves hecho. Y no es que me lo viera hecho, es que no he comprendido nunca cómo se puede  ser tan insensible con los problemas ajenos.
En el trabajo le pregunté a un compañero si había hablado con el padre de un chico que había fallecido, y él  me contestó que no, que le daba palo, y que  a lo mejor ya se había olvidado.
Buscamos mil escusas para no relacionarnos con las desgracias ajenas. Si alguien está enfermo, pero enfermo de verdad, de pronto descubre que su mal da “yuyu”. ¿Por qué no le llamas? Hija, es que no sé qué decirle.
Ahora con el wass o con facebook, la cosa es más sencilla: “Lo siento, chica.” Gracias. O simplemente, le pinchas a “me gusta” y el amigo ya sabe que has recibido su condolencia.
En los pésames se crean unos silencios un poco difíciles de llenar, yo lo comprendo, y en las enfermedades, y en las penas. Pero gracias a los wass la cosa se sobrelleva mucho mejor. “Lo siento”, escribe uno, "me gusta", pincha el otro. Y aquí paz y después gloria.  Queda todo arreglado.
Lo malo es cuando tus amigos, que no salen de facebook ni para acudir al baño, son incapaces hasta de decirte eso de “lo siento”, cuando no te dan ni la oportunidad de pinchar “me gusta”. Te quedas un poco…., ¿cómo diría yo? ¿agilipollada? Sí, esa es la palabra. Absolutamente agilipollada. Luego te hablan de cualquier otra cosa, te dicen por ejemplo que no van a poder ir a la presentación de tu libro porque les ha salido un forúnculo adiposo en el esternón izquierdo, y tu contestas “me gusta” y pones la manita con el dedo hacia arriba para que no crean que te sienta mal su frialdad, su falta de solidaridad, de empatía.
Nadia duda de que se han enterado pero es que da “yuyu”. Da “yuyu” que se muera el hermano de una amiga, da “yuyu” que le hayan diagnosticado una enfermedad grave a su marido o a ella. Da “yuyu” acompañar en la desgracia.
“Lo siento, cariño, no te pude acompañar en  la presentación”, “me gusta” Le pones con el dedito enhiesto como encantada de la vida.
Ya no escribo pésames a mi madre, entre otras cosas porque ya no vive, pero también porque aún a pesar del  wass y el Facebook puedo echarle morro y decir… Anda, si no lo sabía. Chica ¿cómo ha sido?

PRESENTACIÓN










Quiero agradeceros  a todos los que estuvisteis conmigo en la presentación de “Aniceto y los cuentos de la Biblia” por demostrarme que estaba en lo cierto cuando hablaba de la amistad como valor primordial. Gracias por acudir sin muestras de desaliento a mis  presentaciones, gracias por vuestro apoyo y por sentirme tan cobijada.

Mi agradecimiento también para aquellos que no pudieron estar a mi lado pero lo estuvieron con su ánimo y sus palabras de aliento.
Y espero que no os olvidéis nunca de la receta “…la amistad se riega con palmadas en la espalda para felicitar por los logros, en el otoño se abona con perdones, suena a carcajadas y juegos,  quita los disgustos, y cuando ha brotado se convierte en un árbol centenario que no hay quién tale.”

Un beso muy fuerte a todos mis amigos, y espero que os guste ese Aniceto tan peculiar y entrañable, ese Jonás tan rencoroso que por odiar todos los días a la misma hora tuvo que vivir en la panza de una ballena, ese búho que no acaba de comprender porque los hombres no se aceptan nunca, y ese león con cataratas que es admitido en el arca por la solidaridad del resto de animales.

domingo, 20 de octubre de 2013

CARTA A KIKO









¿Sabe alguien dónde está Kiko? Esa era la pregunta que más se escuchaba en nuestra casa de entonces, cuando éramos niños, cuando la vida nos parecía tan sencilla, cuando nuestras preguntas eran muy simples.
Y Kiko se ha vuelto a marchar sin despedirse, pero esta vez para siempre.
Todavía es de noche, pero allá en el horizonte, vestido de rojo y nubes, se aproxima el día. Es el momento en que todo confluye, cuando los contrarios se abrazan cómplices, cuando desaparece el calor y el frío, el blanco y el negro. Y es en ese  instante en el que te recuerdo. Porque hubiera querido abrazarte así, sin preguntas, aún a pesar de tus silencios. Con el abrazo de la aceptación sin límites. No fue fácil tu vida y solo una amiga paliaba la angustia de sentirte incomprendido: la soledad, tu refugio. “Soy feliz por fin”, me dijiste este verano. Por fin hago lo que siempre he querido hacer.
La noche va cediendo y el sol intenta salir. Ganará el día y la noche se sentirá excluida, avasallada, incomprendida. Se marchará encogiéndose de hombros como cada nuevo día, como tú que  te marchaste sin comprender del todo. Sin que te comprendiésemos del todo. Como esta larga noche. Y entonces nos invadirá la culpa, y tú desde lejos, desde ese lugar que ocupas alto y de luz, nos mirarás incrédulo, “pero si era feliz, al fin” nos repetirás,  pero nosotros no te creeremos, porque juzgaremos desde nuestra pequeñez, desde ese nuestro interior tan distinto en cada uno. “Era feliz” nos repetirás una y otra vez, y también lo era cuando me marchaba sin despedirme, porque no quería hacer ruido, ni quería preguntas que no tienen respuesta. Era feliz cuando me iba y cuando regresaba, cuando veía a mis hijos y a mis nietas, cuando mis amigos me buscaban y cuando mis hermanos me invitaban, pero también lo era cuando me refugiaba en mi hogar, cuando veía el futbol, cuando leía”. ¿Es que tampoco entendéis eso? nos preguntarás desde ese lugar en el que ya no hay contrarios, donde se funde la diferencia, donde todo es fácil de entender, donde nadie pretende cambiar a otro.
Nos dejarás esa olla a presión que nunca fuiste capaz de estrenar, la colección de carteleras Turia del año de la tana, el mando a distancia de una puerta ajena, llaveros que coleccionaste, y tantas cosas nimias que constituían tus recuerdos. Porque todo lo demás, lo que tuviste de valor, lo que valía la pena, se lo dejaste a tus hijos hace ya mucho tiempo. Nunca fuiste avaricioso. Todo encajará por fin en tu paraíso sin aristas. Y desde allí nos dirás adiós sin comprender nuestra pena.
Jamás te gustaron las despedidas, por eso todavía resuena en mis oídos. ¿Sabe alguien dónde está Kiko?
El día ha ganado la batalla a la noche, y ya no estás con nosotros. Las nubes y el cielo ha dejado de ser rojos, el sol me impide seguir escribiendo.
 Adiós, Kiko, adiós y perdona no haber sabido comprender que hasta la noche y el día pueden llegar a abrazarse aunque sea tan solo un instante, en el amanecer. 

martes, 8 de octubre de 2013

MUCHOS DISGUSTOS





                                    




Puri visitó a un dietista famoso que envió su orina al estado de Illinois para ser analizada. Después de dos meses de estudiar concienzudamente el caso, los eminentes doctores llegaron a la conclusión de que Puri estaba como un tonel porque lo que le engordan son las judías verdes y las espinacas tomadas  a pelo. Es decir, sin aliñar.
Le aconsejaron que comiera en vez de judías verdes, judías blancas con chorizo y algo de panceta. Dicen que su caso es de catalogo, que su organismo metaboliza las grasas y no las verduras, que por eso engorda.
El diagnostico le costó seis mil euros, más que todo por el viaje de la orina por tierra, mar, y aire.
Han pasado dos meses, ha engordado diez quilos más y se ha convertido en una detractora recalcitrante de la fabada asturiana. El dietista no se hace responsable de los kilos de más. Dice que debe hacer algo mal, que si no está de acuerdo que acuda a la Organización Mundial de la Salud y que ponga un recurso.  De Illinois le enviaron una bicicleta estática que pedalea sola. Dicen que eso es lo que aconseja su orina, pero tampoco consiguió bajar ni un solo kilo. Le hablaron de la anti gimnasia, nuevo método que está haciendo furor en Colorado y norte de Tejas, pero continuó engordando.
Por fin visitó a una curandera que le aconsejó disgustos, muchos disgustos, oiga usted, cuantos más mejor.
Le ha prescrito leer la prensa a toda hora, llorar los desmanes de sus corruptos nacionales, acumular multas y paralelas de la Agencia Tributaria mientras repasa amnistías fiscales. Llorar la pérdida de moscosos, añorar su paga extra extinta y a buen recaudo en Suiza a nombre de otros más avispados. Repasar la larga lista de imputados presuntos, y jamás juzgados, de indultados sin explicación, repasar las nóminas y las dietas de los servidores de la patria, sus indemnizaciones por despido, sus viajes lúdicos, la risa que les da las manifestaciones y huelgas. Y, para más seguridad, unos sicarios se han ofrecido a secuestrarla, atarla a una silla, ponerle palillos en los ojos para que no deje de ver programas de debate, para que conozca la verdad y toda la verdad de lo que está sucediendo en el país.
Y parece que por fin la curandera ha dado en el clavo. Si continua una semana más  podrá desfilar por la pasarla Cibeles con la talla 34.
Está esbelta y cabreada. Pero lo peor es que en la revista médica de Illinois ha salido su fotografía antes y después, la ponen como ejemplo de la nueva forma de adelgazamiento a base de fabada asturiana y choriza, y eso no es justo, la verdad.
Puri sabe que fue la curandera la que dio en el clavo: disgustos, muchos disgustos.