sábado, 25 de febrero de 2023

EL MISTERIO DE SERAPIÓN

 

 

                                              



 

 

 

 

 

Tengo novio, se llama Serapión. Nos conocimos por las redes. Hace tiempo que me escribe y sus palabras son como bálsamo para mi existencia. Pero desde el domingo he empezado a dudar de él. Creo que es violador y gallo. Lo he notado porque me enviaron por WhatsApp un vídeo en el que dos humanes hablaban de que a los pollos hay que apartarlos de las gallinas porque las violan y además les hacen daño al violarlas. Y eso no se puede consentir. Hasta para violar hay que saber hacerlo. Su actitud al sacar yo el tema, ha sido agresiva. Nunca lo había sido, incluso me ha perecido que cambiaba su voz de barítono por un cacareo a horas intempestivas. Yo lo creía un humane respetable y zalamero, pero su actitud me ha parecido fuera de tono. He llegado a pensar si era una identidad “Shisping”, porque hoy día una no se puede fiar de nadie.  No he querido preguntárselo abiertamente por si me observa a través de alguna plataforma en streaming. Me he dado cuenta a estas alturas que no sé ni donde vive, ni si es humane y vecino. Mi hermana dice que puede ser un “Deeppfakes” de esos que corren por las redes. Dice también que hay modelos de lenguaje en síntesis y que se puede llegar a él mediante Valle, que es una herramienta de IA que te reproduce la voz o te la distorsiona. Hemos estado dando vueltas a la forma de desenmascararlo y hemos llegado a la conclusión de que lo mejor es enviarle por WhatsApp un relato de Roald Dhal a ver si reacciona como un asqueroso facha o como un progresista liberal. Si rompe el texto por homofono, xenofobo, zoofobo y demás familia, o permanece indiferente. Ya os contaré.  

viernes, 24 de febrero de 2023

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

                                             



 

 

 

 

 

 

Ayer leí que hay varios éxitos de Amazon escritos por inteligencia artificial. También se están otorgando premios literarios a libros escritos mediante este método. La verdad es que me extraña poco, porque los premios no se suelen dar a escritores rompedores, no son precisamente vanguardias, las que salen victoriosas de esos concursos, ni suelen ser superventas. Y el que lo dude que se lo pregunte a un amigo de esos que se leen cuarenta libros en un verano. “A mí, ves tú, ese me ha distraído aunque ya no me acuerdo de qué iba.” “La verdad que para la playa no necesito más que sol, moscas y una historia tripitida para que no se me derrita el seso.” Lo de toda la vida, añadido al nombre del escritor que sale en la tele, y algún aderezo de cantante o tertuliano es la receta ganadora. El negocio es el negocio. Pero eso ha debido existir de siempre. Se cuenta una anécdota de Alejandro Dumas padre,  que al preguntarle a su hijo si había leído su última novela, el hijo preguntó a su vez: ¿La has leído tu?

Algunas historias las escriben en las editoriales para que salgan aparentes. Esto no lo digo yo, lo dice cualquiera que tenga un poco de gusto literario y conozca las nuevas tendencias que no existen. Para este quehacer no importa que sea una inteligencia artificial la que, parapetada de logaritmos, nos deje una novela niquelada. Creo que si tú dices: descríbeme una tarde aburrida al estilo de Flaubert. Arrasas.

El problema es que la inteligencia artificial está avanzando a más velocidad de la que nos damos cuenta. Mi amiga Paula, por ejemplo, le ha salido un novio por internet que la tiene loca. Llevan meses hablando de los divino y lo humano, hasta que le propuse que le preguntara algo que se saliera de lo habitual. Parece que lo intentó y el supuesto mirlo blanco salió por peteneras. “Cariño mío. Qué ganas tengo de conocerte”. Paula ha entrado en bucle y ahora quiere a eso que le habla, sea maquina, animal o cosa. Quizá nos pase lo mismo a nosotros. Qué más da que el libro lo escriba una máquina si me distrae. Qué más da que pinte un cuadro si utiliza los colores que hacen juego con mis visillos. Y quizá tengan razón. la repetición es lo sencillo, lo cursi nuestro primer instinto. ¿Por qué hacernos los intensos? Ya hasta lo seguidores de Instagran son de pega, pues mientras me sigan y me jaleen, encantada.

Bueno, si lo que me cobran es asequible, claro.

 


HIJOS NATURALES



 

 

 

Me emocioné al ver las imágenes de los dos cordobeses: padre e hijo, abrazándose. No tengo ni idea cómo se ha gestado el esperado encuentro, pero Manuel Benítez, después de 50 años, ha decidido aceptar a su hijo Manuel Díaz y abrazarlo.

Es emocionante, se mire por donde se mire, pero dice poco del padre y muchísimo del hijo. Todos estamos con el hijo porque ha trabajado y luchado para ser reconocido él y su madre.

Me fui a la cama reconciliada con el mundo a pesar de que Martina, la ex de Benítez, haya dicho que le ha restado lustre al padre porque minimizó el trofeo que se le otorgaba. Yo creo que el trofeo le ha iluminado por obra y gracia del chico, pero para gustos, colores.

Como iba diciendo, me fui a la cama reconciliada con el mundo y a la vez, cargada de preguntas. ¿Sería yo capaz de aceptar a un nieto mitad hombre, mitad mujer, mitad dálmata y mitad trans? No sé, la verdad, no sé si tendría estómago. Los perros son fieles y cariñosos, es verdad, pero si los mezclas con un XX o un XY humano, ¿seguirán siendo lo que ahora son? Pues no sé, todo el mundo conoce la historia del minotauro. Saben también que se comía a las doncellas y ahora tenemos muy pocas. Quizá salga del laberinto y rodee el congreso en su afán sangriento. Será por eso que tengo que acudir a un taller de cognitivo. Me cuesta comprender los nuevos tiempos. Dicen que pasa con todas las generaciones. Lo malo es que con los avances de la ciencia, las generaciones actuales duran mucho más y los cambios que tienen que soportar son aplastantes.

La primera alerta de que algo no andaba muy bien entre mi realidad y la realidad de los demás, fue nada más llegar los podemitas al poder. Cuando vi como los mismos ministros salían de sus escaños para manifestarse en contra del gobierno, del que ellos formaban parte, me desestructuré. Y así de desestructurada vivo. Pensé que pronto ocurrirían cosas terribles. Y ahí los tenemos; multando a los que maten una rata y permitiendo el encuentro sexual entre animal y humano,  siempre que el animal diga que sí, porque el sí es sí.

 En resumen; querré a mi nieto dálmata y lo abrazaré con tanta ilusión como lo ha hecho Manuel Benítez a Manuel Díaz, diga lo que diga Martina, pero que me noto un cierto desequilibrio cognitivo, de eso no cabe la menor duda.  

 

 

 


sábado, 18 de febrero de 2023

ZALAMERÍAS



 

 

 

Cuando a Ramón lo nombraron CEO de su empresa, el antiguo CEO le dio unos consejos para alertarle, aún sabiendo que es muy difícil seguirlos.

A partir de ahora te vas a sentir muy solo, le explicó. Te parecerá que no puedes descargar tus angustias en nadie, y es ahora cuando aparecerán personas a tu alrededor que serán tu consuelo, tu paño de lágrimas, la compañía y el confort.

No caigas, esos son en realidad tus enemigos. Aprende a taparte los oídos como Ulises para no escuchar ese canto de sirenas envenenado. Esos que te arrullan serán los más inútiles, aquellos que quieren asegurar un puesto a tu lado para hundir a otro. Confía en aquellos que no te alaben, porque creen en ellos y también creen que podrán convencerte de su valía gracias a su esfuerzo y no a su zalamería y artilugios. Los realmente valiosos no necesitan sonrisas ni golpecitos en la espalda: creen que sus obras hablaran por ellos. Sin embargo, la vanidad será tu arma destructiva, esa arma que anida en el corazón humano. Hará difícil en esos momentos tomar el camino adecuado y apartarlos aunque no dejes de recibir indicios.

Todo ser humano contiene en su interior los instrumentos para su destrucción. No son visibles pero derriban, y una de ellas, la más importante y demoledora, es la vanidad, ella es la piedra que da al traste con cualquier potencial. Eso lo saben los manipuladores. Estarás viendo sus manejos y halagos pero preferirás obviarlos, así como ves la peligrosidad del alcohol o de cualquier adicción y lo minimizas.

 Pobre del que no sea capaz de salir de las garras de un manipulador. Será vilipendiado por detrás y agasajado por delante. Las sonrisas serán falsa, pero no serás capaz de descifrarlas, porque si hay algo que no quieres ver, no lo verás hasta que no te derribe. Solo tú te puedes salvar, las sabandijas están al acecho y lo más triste es que ahora tú las necesitas.


martes, 7 de febrero de 2023

FUTURO IMPERFECTO

 

 


 

 

 

 

 

Me gustaba imaginar cómo empezó todo. Que si Adán y Eva, que si el árbol de la ciencia del bien y del mal... Esas cosas que pasaban en “el principio” cuando era: “el verbo” . Imaginaba que era una alegoría que trataba de describir cómo el hombre surgió de alguna especie animal. Los días de mala digestión, imaginaba que algún extraterrestre había dejado en un mono una semillita que le amargó la vida a la especie haciéndolo inteligente, ingenioso y más malo que un dolor.

Antes éramos felices porque nos dirigían nuestros instintos y no cualquier Kim Jong-un ni nada por el estilo. No nos flagelábamos por comernos algún animal que estuviese en nuestra cadena alimentaria. El león, por ejemplo,  se comía todo lo que se moviese y luego se echaba una siesta la mar de satisfecho. Copulaba con cualquier hembra que estuviese en edad de merecer y procreaba aquí y allá. Sus hijos no eran suyos sino de la selva. Todo era perfecto porque estaba en su naturaleza. No había remordimiento por si me como un conejo o un ciervo. Por eso se llamaba: “El paraíso terrenal”. Pero de pronto llego una serpiente, un árbol, una manzana, una manipuladora, un calzonazos y todo se vino abajo. El hombre se avergonzó de estar desnudo, como ahora los perros que van hasta con gabardina y bufanda.

Aquello fue una evolución sin precedentes que nos apartó del idílico mundo del resto de los animales, tan solo para liarnos. ¿Estará bien? ¿estará mal? ¿Y éste porque sí y yo no? Comenzamos a engañarnos por un plato de lentejas, a anular a los que no pensaran como nosotros. Un mundo lleno de rencores y odio, pero al mismo tiempo, un mundo de evolución, de progreso, de fraternidad, de fidelidad a la pareja, de amor a la descendencia. Un mundo que creó la rueda, que miraba a las estrellas, que se hacía preguntas y soñaba en su bien y en su mal.

Pero observo intrigada que si el bing fue creando al hombre inteligente, el bang está retornándolo a la imbecilidad, volviendo al principio, al verbo, pero sin inocencia. Los hijos ya no son de los padres, ni siquiera de la selva como los leones, sino del Estado. Ya no seguimos el ciclo alimentario porque eso es comer cadáveres sino que nos alimentamos de florecillas silvestres y productos químicos para compensar carencias. No corremos ante el peligro del mamut, pero el corazón se nos pone igual de loco al grito del jefe, al que no puedes matar porque no es mamut y te encarcelarían. Ahora ya no nos preocupa la fidelidad a la pareja porque el instinto nos empuja a copular sin control, la especie se amplia a un maremágnum de posibilidades en continua transformación. Somos de un sexo hoy y otro mañana. A los leones les pondremos abrigos cuando haga frio y nosotros viviremos en un mundo virtual. Estamos en el bang: no hay familia, no hay parejas, no hay respeto, no hay conversaciones cara a cara, miraremos a las estrellas en el móvil. Estamos inventando unos seres que nos sustituyan para que nos dejen en paz y poder guasapear a placer. Una inteligencia artificial que nos dominará y a la que no podrá engañar: una serpiente, una manzana, un calzonazos y una manipuladora.