martes, 19 de enero de 2021

PONGAMOS QUE HABLO DE “EL PARQUE DE LAS AVENIDAS”

 

                     



 

 

 

 

Ayer robaron en mi barrio. Robaron a una señora mayor, pero eso carece de importancia, porque también roban a los jóvenes, a los niños y a los comerciantes. Roban a todo lo que se mueve.

Yo si fuese ladrón también robaría. Es fácil. Las cámaras del cajero los grabaron en plena faena, y la policía los reconoció al instante. Mira, dijo un policía a otro la mar de ilusionado, si son los rumanos. Por lo visto son conocidos de la casa, alguien casi de la familia. Supongo que debe ser un engorro detenerlos y verlos salir una y otra vez. No es un problema de vigilancia sino de nuestro sistema legal, de nuestro sistema judicial, de nuestro país.  

Yo si fuese ladrón también robaría y lo haría sobre todo en los cajeros con cámaras, y dentro, para estar más calentito hasta que llegara la víctima. Además, de paso me haría influencer y me forraría contratándome como contertulio en las diferentes cadenas de TV.

 Son archiconocidos: el ladrón del 53, el del perro agresivo, los del cajero del Santander, los del BBV de la calle Bruselas, las del metro... Todo un elenco de atracadores reincidentes, conocidos y perdonados que pululan por mi barrio como si del pasillo de su casa se tratara.

Yo si fuese ladrón también robaría. En las oficinas bancarias piden que no se utilice las cajas sino los cajeros, tan seguros ellos, tan cálidos.

 Las personas mayores son más vulnerables por la lentitud de movimientos, no digo que no, pero da lo mismo, ellos son expertos, agresivos, silenciosos y dentro de poco: famosos. Algún día pueden ser llamados para participar en Gran hermano Vips.

¿Qué le falta a mi barrio? Pues nos llaman “Cayetanos” y se alegran en las redes de ver cómo un árbol cayó encima de un coche. “Que se j... los Cayetanos” dijeron los internautas.

Ese es mi barrio, ese es mi país. Pongamos que hablo de “El Parque de las Avenidas”, pongamos que hablo de Madrid.

 

 

 

 

 

 

 

 

 


sábado, 16 de enero de 2021

LA BIBLIA TENÍA RAZÓN

                                  


 

 

 

 

HE TENIDO UN SUEÑO. Soñé que me hacían una PCR y que había pasado el virus dejándome anticuerpos de por vida para: la variante inglesa, sudafricana, china, vietnamita, australiana,  y cualquiera que se pudiese presentar en el futuro.

Soñé que se me aparecía un ser luminoso que, dadas la circunstancias actuales en el planeta, me proponía extraditarme a una de esas galaxias enanas que nadie se molesta en buscar. Me dijo así mismo que me trasportaría en un arca como la de Noé, con animales emparejados, (excepto el virus y la virusa covid19), con diez hombres justos y diez vírgenes con lámparas de aceite que se encargarían de localizarlos.

Soñé que compraba el barco del Costa Concordia, aquel en el que fue capitán  Schettino, y enviaba a las vírgenes a buscar a los diez razonables hasta por debajo de las piedras, pero como de las diez vírgenes, cinco eran tontas y no llevaban combustible, ni gasoil, ni butano, ni batería, se les apagaron las lámparas y quedaron tan solo cinco para encontrar ecuánimes.

 Las posibilidades se reducían.

Me hablaron del grito desesperado de sanitarios valencianos confesándose al borde de su resistencia psicológica, doblando turnos y teniendo que demorar intervenciones, pruebas y consultas por falta de personal. Me hablaron del presidente de la Generalitat valenciana diciendo que cuando sea necesario confinará y no antes.

Me hablaron de que las calles estaban llenas de jóvenes necesitados de juerga porque de no ser así les saldría un sarpullido. Decidí enviarlos de tardeo con las vírgenes tontas y quitármelos de encima.

Me hablaron de unos voluntarios con vehículos 4x4 que atendían urgencias para poder salvar los caminos nevados en Madrid. Me hablaron de unos taxistas que les pincharon las ruedas. Se lo dije a las Vírgenes tontas: “Eh, que os mando algunos taxistas para lo del tardeo.” Me hablaron de políticos a los que no se les ve el pelo mientras mueren a millares personas en su país. Me hablaron de unas elecciones que dan muchas esperanzas de votos al gobierno en cuestión, aunque celebrarlas supondría el aumento de los enfermos y muertos: les importa un pito (no está un político para esas tonterías). Me hablaron del recibo de la luz que está helando de frio a miles de personas. Me hablaron, y me hablaron, y me siguieron hablando. La vírgenes listas estaban colapsadas buscando justos por doquier, por lo que tome la determinación de simplificar poniendo una señal en las puertas de las casas de los que a bote pronto parecían más justos, más que todo para que el ángel exterminador pasara de largo, como hizo Moisés en su día.

“Estaos preparados que un día de estos salimos en el arca para la galaxia enana”, me dijo el ser de luz antes de sonar el despertador. Luego me he despertado. El virus todavía estaba allí y creo que tampoco tengo anticuerpos, continúan las vírgenes tontas y los impuros tocando las narices, pero para quitármelos de encima y huir de este sinsentido tengo que volver a soñar, y vete tú a saber de qué va mi sueño de mañana.   


martes, 12 de enero de 2021

LA CONSPIRACIÓN MUNDIAL Y LOS TRENDING TOPIC

 

 

                     


 

 

 

 

 

Hoy me ha salido en el móvil un vídeo espontaneo y que ahora no logro recuperar. Un tío calvo hablaba de sociedades secretas, planes conspirativos, illuminatis,  anticristo, Novus Ordo Seclorum y demás fanfarria.

Como me afanaba en preparar el desayuno, me he concentrado en ablandar la mantequilla y no lo he apagado. Él, aprovechando mi quehacer mañanero, ha continuado explicando su teoría. Era rocambolesca pero tenía ciertos visos de realidad, tantos que ha conseguido intrigarme. El tío del vídeo hablaba sobre un sistema que se está instalando a través de un tipo de tecnología de allende el universo, por el cual unos extraterrestres podrían estar implantando en el cerebro de los humanos un chips que te vuelve un poco gilipollas. Llegados a este punto he detenido la Nexpresso, he dejado la mantequilla en el microondas y me he concentrado en el vídeo. Hace tiempo que me hago preguntas sobre el tema: influencer, delincuentes que se graban cometiendo el delitos... Oye, un  Novus, Ordo Seclorum de catálogo. 

Me siento en la mesa, me concentro en su teoría. Habla de extraterrestres, de que envían mensajes subliminales, le soplan al oído de la víctima que está cerca la llegada del anticristo, pero se lo cuentan así, en bajito, tanto que solo lo escucha el receptor. Todo eso parece que lo hacen desde una nave espacial escaqueada al ojo humano, y lo hacen más que todo para que se crean los elegidos. Lanzan chips idiotizantes a los cerebros terrícolas y preparan la implantación del nuevo orden mundial.

Pienso que es cierto, que el deterioro intelectual que se está produciendo es alarmante, se comprueba fácilmente en las redes sociales, y últimamente va a ritmo ascendente. Es un contagio exponencial y constante, como el del Covid19 aunque de él casi no se habla. No aparece Simón dando cifras y avisando de que cada día sube la curva de afectadoan para ser detectados y apresados. Vfnte. Es un contagio exponencial y cobstanteque creas que te hablan del m llegada del mesias.

Tan limitados los deja que cuando cometen un delito, se graban. Si pegan una paliza, se hacen un selfie. Si rodean e irrumpen en el capitolio americano, se fotografían para ser detectados y apresados. Si violan en grupo, se graban en el móvil para ser reflejados en toda su ignominia. ¿Han perdido la cabeza? No, pobres, están poseídos por los extraterrestres que les han implantado el chips. Luego llega la policía y los detiene, llegan los jueces y los condenan, llegan a la cárcel y los encierran. Ellos se dejan detener con esa sonrisa beatifica de los tontos, de los que han recibido ese impacto en el cerebro.

Los conspiradores disparan cada vez con mayor celeridad. Debemos ir  por la vigesimocuarta ola de atontamiento y esto no tiene visos de llegar al punto álgido de la curva.

Si abres twitter,  y sale un chico que se ofrece voluntario a rescatar sanitarios o enfermos en un 4X4 durante la nevada, enseguida aparece un afectado por el chips diciendo que ese ayuda porque tiene el síndrome de post cornudo y no tiene otra cosa qué hacer. Si el ejercito auxilia en las labores de rescate de vehículos tras la helada, otro damnificado del chips dice que ya era hora de que trabajaran porque no han pegado palo al agua nunca. Y mientras por las calles continúan los afectados cometiendo delitos y grabándose ilusionadísimos para lograr ser “treding topics”, yo doy varias vueltas a la llave de casa y me confino.

¿Qué otra cosa se puede hacer ante una conspiración de tamaña virulencia? 

 


domingo, 10 de enero de 2021

JOCOSOS O ASESINOS

 



 

 

 

 

Hoy me han enviado un mensaje para decirme que si no puedo acudir a una visita guiada para visitar un museo porque estoy confinada, me hacen un justificante de que colaboro con una asociación y santas pascuas. Un montón de gente se ha apuntado, ilusionadísima de conseguir un salvoconducto. Es algo así como atravesar el muro de Berlín en sus buenos tiempos, qué gracia, tío. Consígueme uno. A mi otro. Se atropellaban los mensajes. De pronto, la cordura. “Confinan mi zona desde el lunes. La verdad es que no me parece responsable salir si no es por un motivo importante (entiendo que si todos hiciéramos lo mismo, no serviría de nada hacer restricciones perimetrales) Acataré el confinamiento y si no es posible que te devuelvan la entrada, te la abonaré.

Respuesta: No me devuelven la entrada. Yo haré la visita de todas formas.

Este mensaje es un ejemplo del País.

Leo en Twitter infinidad de insultos por la alegría Macarena que se montó ayer en la Puerta del Sol. Que si sois unos agoreros, que si lo vuestro es encerraros en casa, que si sois lo peor. Y de nuevo el punto político para no olvidarnos de odiar otro ratito. “Seguro que votáis a Vox” O “Seguro que sois de Podemos”.

Se abre un comentario en un grupo de Facebook, quieren dejar el anterior porque se ha politizado. El nuevo, también. Comienza con exabruptos: Sois unos analfabetos, imbéciles...

No es de recibo, en serio. Estamos en una pandemia gravísima y lo único que sabemos hacer es insultar a unos y a otros, jorobar el grupo.

¿Hay alguien con sentido común que piense que la pandemia es grave, mundial y peligrosísima?, ¿que hay personas que cuidan de nuestra salud y que están agotados?, ¿que no valen los justificantes cutres cuando están en juego la vida de las personas?, ¿que bailar en la puerta del Sol, por muy divertido que sea, puede colapsar la sanidad, que no hay derecha o izquierda, que se trata de la salud o la muerte. Sí, la muerte. Que el que no se tome en serio esto, es un asesino, “Assassins” como gritaba Lluis Llach en “Campanadas a mort”.

Compartí una entrada de una fábula sobre hormigas rojas y negras en mi muro al ocurrir la toma del parlamento de EEUU. La conclusión era que si se peleaban era por culpa de quien agitaba el tarro. ME LO CENSURARON. ¿Qué pensaron? ¿que estaba señalando a alguien concreto?  ¿a Abascal?, ¿a Iglesias?

Lo he vuelto a compartir y por ahora se mantiene.

Nos avisan de que va a haber una nevada histórica y salen un montón de coches a la M30. Algunos no tendrían más remedio, pero otros..., serán como los que cantaban Macarena en Sol, como los que emiten certificados para que salgas de la zona confinada, como los que mandan PCR falsas para que puedas salir de Reino Unido, volar a Madrid y contagiar el virus mutado.

Alegres ellos, divertidos ellos, asesinos ellos.