viernes, 2 de octubre de 2009

DESAHOGOS


El Tribunal Superior de Justicia de cataluña determina improcedente despedir a un empleado por llamar "hijo de puta" a su jefe, ya que el término es de uso corriente.

"El insulto es sincero siempre, el elogio puede ser interesado"

A lo mejor es por eso por lo que lo ha determinado el Tribunal.

Una vez leí que en algunas fábricas japonesas les dan unos minutos de descanso a los empleados, para que puedan arrojar piedras a muñecos con las caras de sus jefes. Dicen que de esa forma se descarga mucha adrenalina.

Madre mía, si se entera el Tribunal de justicia de cataluña y dice que se dejen de muñecos, que mejor directamente a los jefes. Quita, quita.

1 comentario:

Unknown dijo...

Pues no sé, hay quien dice que los que escriben novelas lo hacen para desahogarse...
:-)