miércoles, 10 de diciembre de 2008

SECRETOS


El viernes me contaron un secreto. No se lo cuentes a nadie, me dijeron. Y yo, que creo mucho en esas cosas, lo guardé como oro en paño. Pero no me sirvió de nada porque era un secreto a voces. Se conoce que esa misma retahíla se la dijeron a varios y compartíamos el dichoso secreto un centenar de personas. Cómo se debieron reír cuando me vieron callar y poner cara de haba cada vez que se insinuaba el asunto de marras.
No me gustan los secretos porque luego la que queda de pena eres tú. Que “zorreta” eres, me dijo alguien. O sea, que lo sabías y como si nada.
Siempre he pensado que la gente necesita desahogarse, decir cosas que le queman por dentro, o por lo menos eso es lo que me ocurre a mí algunas veces. Y es entonces cuando necesitas confiar en alguien, abrir las esclusas y dejarte llevar frente a una amiga. Sí, ¿verdad? Pues craso error. He aprendido algo, y es que lo del secreto solo sirve para que alguien te escuche. Es una forma como otra cualquiera de darle intriga a tu existencia, imprimirle un sello de trascendencia a lo intrascendente, darle morbo a tu insulsa vida: un “leit motiv”, que dirían los guionistas.
En esta sociedad tan egocéntrica que tenemos, si no dices que vas a contar un secreto muy gordo, pues como que te dan de lado.
En una ocasión guardé un secreto quince años. Qué contención, madre mía. Y venga a escuchar hablar sobre el tema, y opinar unos y otros. Mientras yo me hallaba como investida de un secreto de confesión. Hasta que me enteré de que lo sabía todo el mundo. Y lo que es peor, lo sabían desde hacía quince años y un día, como una condena.
Por favor, no me contéis secretos ¿vale?

3 comentarios:

leo dijo...

Es un clásico de la humanidad, jejeje. Así se dan el gustazo de confiar el secreto a un montón de gente, pero sin que se hable de ellos a sus espaldas.
Buena semana, besossss.

NIck dijo...

hi carmen!!
te voy a contar un secreto, el secreto es de uno si es de dos ya no es secreto.
je je je
un abrazote

carmen dijo...

Leo y Nike. Teneis razón, los secretos comprometen mucho.
Besos