lunes, 23 de marzo de 2009

CARTAS DE AMOR


Antiguamente. Me encanta esa palabra, es como si pudiese uno apoyarse en ella y echar una siestecita. Pero a lo que íbamos. Antiguamente, las parejas se escribían cartas de amor. Las cartas de amor se envolvían en cintas de colores, o en gomas. Se guardaban en cajones, baúles, o simples cajas de cartón. Se devolvían o se quemaban en la chimenea. Algunas cartas de amor se conservaban toda la vida, y a veces, hasta más allá de la vida. Las leían los hijos, o los nietos, muertos de envidia, o de risa, dependiendo del talante. Y es que no todas merecían la pena. Algunas sí, claro. Pero la mayoría no eran capaces de decir más que obviedades, tópicos, párrafos copiados de libros, o exaltaciones momentáneas de seres demasiado burdos. Te quiero, ¿me quieres? Yo te quiero más. No, no, yo más. Y así hasta la hartura. Y si daba la casualidad de que la luna rielaba en el mar en ese preciso instante, ya era la repera en verso. Entonces esas cartas se llenaban de lirismo, y la mermelada se salía de la tostada por todos los lados. Porque el amor es así: un estado de enajenación mental transitorio pero idílico. Ya he comentado en mi link sobre el amor, que cuando una pareja se llena de la oxitocina, hormona del enamoramiento, entra en una etapa de idiotez sin límite, por la que debe ser perdonada. Y lo debe ser, entre otras cosas, porque también es feliz, y flota, y la hormona dichosa hace que merezca la pena vivir, durante una temporadita, claro, porque eso, en permanencia, no lo soportaría el organismo, y se desharía hasta convertirse en polvo, aunque: “polvo enamorado”. Pero como nos ha pasado a casi todos, pues lo entendemos, qué narices. Que el chico/a está enamorado/a, hombre, déjalo/a en paz. Aunque como he empezado diciendo, eso era en la antigüedad, porque la antigüedad era otra cosa. Ahora no, ahora lo que se hace es escribir e-mail o sms. Te quiero ¿me quieres? Yo más. No, no, yo más… El problema es cuando el enamorado/a ya está comprometido o tiene otra pareja, cuando el objeto de su arrobo se esconde tras las ondas cibernéticas, o hertzianas, que no sé ni lo que son ni me importa. Entonces se presenta el conflicto. Y es que la parte inocente, inocente y recuperada ya de esos efluvios enajenantes, abre el correo o el móvil, y se encuentra con el amor de su amado; tan fuera de contexto, tan a desmano, tan traicionero él, que se le paraliza "el mousse". Se encuentra con todos los mensajes guardados en negrilla, con moticones que ríen, o se besan. Con “Ja,ja,ja” cómo si les diera mucha risa algo y pudieran hacerlo desde la red.
Me lo contó Paula, lo encontró por casualidad. Abrió su correo y salió el de él; ¿mal cerrado?, ¿mal abierto? Yo lo mato, me dijo. Y es que con lo fácil que es borrar, o dell, o lo que sea, los enamorados continúan prefiriendo guardarlos con lazos de colores, como antaño. Y conservarlos en negrilla, aunque se la jueguen.
Oh, l´amour…

7 comentarios:

NIck dijo...

hola carmen!!
a ver como nos va con el proyecto pues jje, gracias de todos modos por estar cerca, ojala salga bien la novela.
cartas de amor por msm? si los tiempos cambian, las personas tambien y me imagino que los mecanismos igual, una carta es una carta, sobrevive, un mail o un mensaje es solo eso algo hertziano como dices, particularmente prefiero lo antiguo aquello que uno plasma con el espíritu, una letra, nuestra letra, acaso no existe en china todo un arte milenario sobre la letra de uno?
algo encerrará no?

un abrazo bien fuerte querida amiga!!

Mesenamoraelalmamesenamora dijo...

Como representante de la generación pre-web estoy indignado. Mucho hablar de las cartas con lazo y de los emoticones pero nada de lo que hubo entre ambos. ¿Acaso el 'cuelga tú, no tú, venga a la de tres colgamos a la vez' no es digno de mención? Basta ya de obviar que hubo una generación del cassette!! Viva Axl Rose!!

carmen dijo...

Nike, espero con ilusión tus próximos capitulos. Ya ´se que prefieres lo antiguo,a pesar de tu icono.
Un abrazo

Mesena...Siento no haber tenido en cuenta a tu generación del casset. Viva Axl Rose, sí señor.

Sir John More dijo...

Oiga, oiga, espero que no tenga nada que ver el tercio de Voll-Damm que me acabo de tomar mientras la descubría... Y Transilvania, ¡uf! Pero me da que no, que incluso con los 7,2 grados de la Voll-Damm soy capaz de reconocer la buena pluma, mucho más cuando divierte de lo lindo. ¡Ah, las cartas de amor! Creo que no he hecho otra cosa en mi vida... Ah, sí, tener dos hijos que son, curiosamente, las niñas de mis ojos. Y el señor Conde leyendo a Cioran en la cárcel, para andar por encima de todos los despelucados que, de una manera u otra, le proporcionamos su fortuna...

Bueno, lo dicho, un placer. Si no le molesta, pasaré de vez en cuando...

carmen dijo...

Sir John More, no solo no me molesta que se pase por aquí, sino que, como los antiguos, recibo en mi blog cualquier día, a cualquier hora. Y además devuelvo las visitas.
Gracias

leo dijo...

Si es que la tecnología es un arma de doble filo; aunque la tontería sea la misma.
Ays, la primaveraaaaaaa.
Besos.

carmen dijo...

Ya llegará el invierno, "mujé". Pero mientras tanto, ays.
besssssos