lunes, 9 de enero de 2012

INDICIOS


Cualquier escritor sabe que los indicios en el relato o en la novela son elementos básicos para el posterior desarrollo de la acción. Me refiero que son circunstancias que no están de adorno, que tienen una función en la historia.
Todo en el relato es funcional, todo tiene un sentido, todo significa algo. No es una cuestión de azar sino de estructura. Podría decirse que el arte no conoce el ruido. Nada es superfluo.
Me pregunto si esa estructura imprescindible en el arte no será una imitación más de la vida, esa némesis de la que hablaba Aristóteles en su poética. Porque si nos ponemos a indagar, ¿no estaban llenos de indicios los descubrimientos que vamos haciendo día a día de las personas que nos rodean? ¿No ocurre que cuando alguien nos da la puñalada trapera solo tenemos que rebobinar para descubrir mil indicios que nos avisaban del pájaro de cuentas al que nos enfrentábamos?
¿Que nos ocurre entonces?, ¿Por qué no fuimos capaces de verlo? ¿Quizá era la soberbia la que nos hizo pensar que a nosotros no nos pasaría nunca?
Indicios, catálisis, núcleos, informantes. Pura estructura de la vida. Y nosotros; “a por uvas”.

3 comentarios:

Unknown dijo...

je,je. Cuando he leído lo de catálisis, informantes... casi me da un infarto.¡Con lo bonito que es escribir de oído! ;-)
Muy acertada tu entrada. La ficción y la realidad están unidas por un agujero de gusano, la ficción es mucho más divertida, eso sí.

Sir John More dijo...

Para esto el amor es fatal... digo para dejar pasar indicios clarísimos. Para escribir simple ruido sólo hay que tener la cara muy dura. A sus pieses, Señora mía.

carmen dijo...

Angel, yo también creo que la ficción es más divertida y además duele menos.
Sir, completamente de acuerdo. El amor y también el despiste nos juega malas pasadas.