viernes, 16 de febrero de 2018

“JUICIOS TENGAS Y LOS GANES”

                      









Mi prima Marga lleva once años en espera de que se ejecute una sentencia que dice que le tienen que cambiar el parqué por defectuoso. El Juez que llevaba el caso ya se jubiló, el abogado, ha fallecido, el procurador está de baja definitiva  y el edificio dónde se dictó la sentencia es ahora sede de una casa okupa adornada con grafitis.
Sin embargo Marga continua luchando para que se ejecute la sentencia. Ella es así; pertinaz y luchadora dónde las haya.
Hace unos días acudió a su casa el tío del parqué, que todavía vive y persiste. Encontró mirando el suelo al nuevo abogado de Marga por pura casualidad y éste le preguntó con alborozo si por fin iba a cambiarlo, a lo que respondió que ni hablar, que acudía con notario para ver si aún no lo habían cambiado por su cuenta.  No contaba con la firmeza de carácter de Marga, ni esperaba que hubiese vivido once años con el cemento original bajo una liviana moqueta que se levanta al pasar. Marga es difícil de doblegar pero el de la moqueta también.
Ayer acudí a la reunión de la comunidad y por milésima vez se trató el tema de un aparato de aire acondicionado que han colocado los dueños de un local en el mismo centro del patio de luces. El ruido es infernal y se le pidió que lo resolvieran hace tres años. Esta vez los representó un abogado de buenas formas y palabras incendiarias. “Pienso declarar nulo de pleno derecho la decisión de la junta por agravio comparativo", dijo como si no hubiera matado un amosca en la vida. Me levante y le manifesté que en ese caso ya no había más que hablar, que nuestro abogado se encargaría de su denuncia. A mi vecina, de pronto, le cambió el color de la cara. ·"Ni se te ocurra meternos en juicio. Eso es lo último. Mejor escuchar el ruido eternamente que escucharlo de la misma forma y pagar costas". Me contó entonces que su ex marido estaba condenado a devolverle un chalé de su familia y que ha llegado  a plantar mariguana a escondidas para denunciarla. La sentencia no se ejecuta y ella está día sí día no en los juzgados. Recordé a Marga y asentí. Es cierto, casi mejor dejar el ruido.
Es muy triste saber que la frase feliz de “Tengas juicios y los ganes” todavía es real, que no importa ganarlos, que lo importante es lograr que se ejecuten. Quizá por eso se han enfadado tanto en Cataluña cuando al Ministro de Educación se le ha ocurrido amenazar a los catalanes con ejecutar una sentencia de 2010 sobre inmersión lingüística en los colegios. Ha dicho que si no se ponen de acuerdo para lograr un gobierno en la Generalitat, ejecutan. ¡Qué susto! Y yo me pregunto, ¿si se pusieran de acuerdo y lograran un gobierno, no ejecutarán la sentencia de 2010?  ¿Le  pasará como a Marga, los del local, mi amiga la de la mariguana y tantos más?

¡Qué mal rollo!

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