
Acabo de escuchar en la radio que se lee poquísimo. La verdad, no hace falta escuchar la radio para saber eso, pero sí para descubrir los entresijos de esa información. Han hecho una encuesta, y una señora ha dicho que a ella le gusta mucho leer, vamos, que es lo suyo. Y cuando le han preguntado que cuántos libros ha leído este año, ha respondido: Ah, bueno, eso es otra cosa. Este año solo he leído uno. Yo lo que leo son revistas.
Con ese panorama no es de extrañar que me deje insomne que Stephen Hawking, haya vendido quince millones de ejemplares. Quince millones de personas se han puesto a leer sobre “…conseguiría unificar la Teoría de la Relatividad General, que da una explicación a la interacción gravitatoria, con las teorías unificadas, dominadas por la postura de la mecánica cuántica, que logran un modelo para explicar las fuerzas nucleares y la electromagnética. El abismo entre estas teorías es principalmente conceptual: ¿cómo fundir ideas relativas a la relación entre puntos y el espacio-tiempo con otras que rechazan la existencia física de puntos frente a "posibles zonas"?...”
La verdad, ahora comprendo porque a mí tía Felisa, que necesita la bendición papal hasta para poder levantarse por las mañanas, le encantó la película: “Todo sobre mi madre” Me gustó mucho, si señor, insistía ante mi asombro. Fue el año en que le concedieron el oscar a Almodóvar. Yo soy una admiradora incondicional de Almodóvar, pero jamás pensé que lo sería también la tía Felisa. Le pareció estupenda una peli en la que salía un travestí descocado que había dejado embarazada a una mujer, y una monja non sancta. Ella, que reza para que los homosexuales se conviertan, para que aumenten las vocaciones, para que se practique la abstinencia como método anticonceptivo, salió del cine tan ilusionada. Y es que el marketing tiene eso, que donde va Vicente, va la gente. Y si no que me expliquen a mí la desbordada venta de “El doncel de Don Enrique el doliente” Ese que doña Leticia tuvo a bien regalarle al príncipe como presente por la pedida. No se desbordó la venta de “Vuelva usted mañana”; fresco y divertido, no. Que lo que yo quiero es la novela del doliente ese, hombre. Que no me líe. Y se editaron miles de ejemplares.
Eso es la literatura, esa es la sociedad en la que vivimos, eso es lo que tenemos. Buaaaa.
Con ese panorama no es de extrañar que me deje insomne que Stephen Hawking, haya vendido quince millones de ejemplares. Quince millones de personas se han puesto a leer sobre “…conseguiría unificar la Teoría de la Relatividad General, que da una explicación a la interacción gravitatoria, con las teorías unificadas, dominadas por la postura de la mecánica cuántica, que logran un modelo para explicar las fuerzas nucleares y la electromagnética. El abismo entre estas teorías es principalmente conceptual: ¿cómo fundir ideas relativas a la relación entre puntos y el espacio-tiempo con otras que rechazan la existencia física de puntos frente a "posibles zonas"?...”
La verdad, ahora comprendo porque a mí tía Felisa, que necesita la bendición papal hasta para poder levantarse por las mañanas, le encantó la película: “Todo sobre mi madre” Me gustó mucho, si señor, insistía ante mi asombro. Fue el año en que le concedieron el oscar a Almodóvar. Yo soy una admiradora incondicional de Almodóvar, pero jamás pensé que lo sería también la tía Felisa. Le pareció estupenda una peli en la que salía un travestí descocado que había dejado embarazada a una mujer, y una monja non sancta. Ella, que reza para que los homosexuales se conviertan, para que aumenten las vocaciones, para que se practique la abstinencia como método anticonceptivo, salió del cine tan ilusionada. Y es que el marketing tiene eso, que donde va Vicente, va la gente. Y si no que me expliquen a mí la desbordada venta de “El doncel de Don Enrique el doliente” Ese que doña Leticia tuvo a bien regalarle al príncipe como presente por la pedida. No se desbordó la venta de “Vuelva usted mañana”; fresco y divertido, no. Que lo que yo quiero es la novela del doliente ese, hombre. Que no me líe. Y se editaron miles de ejemplares.
Eso es la literatura, esa es la sociedad en la que vivimos, eso es lo que tenemos. Buaaaa.