jueves, 14 de mayo de 2009


A mi compañera le ha caído el cristal de una ventana a su terraza. Ha sido su vecino. Dice que no le cayó encima por un minuto, que había salido a tomar el sol, pero que sonó el teléfono y se salvó. Desde entonces el vecino no aparece. Ha cambiado el cristal, eso sí, pero no da razón. Ella sube una y otra vez a su casa para hablar del asunto, pero él ni está ni se le espera. Le abre una asistenta china que se hace la sueca. Ella ya no sabe cómo pedirle los datos del seguro. El señor es un hombre muy ocupado, le dice la china sueca. Y mi compañera le escribe cartas. El señor o el vecino, según se mire, fue ministro, y ahora, por los servicios prestados, es presidente de una gran empresa. Y tiene chofer, y asistenta, y secretaria, y mucho, mucho trabajo. No está para atender chorradas de cristeles que le caen a la gente en la cabeza.
Denúncialo, le digo. Ese tío tiene agarraderas, dice mi compañera desalentada. Y mucha prepotencia, le digo yo. Fue político, ¿sabes? y ahora presidente. Debe ser que se ha acostumbrado a desentenderse de los daños cometidos. La irresponsabilidad de los cargos, se llama
Ahora lo entiendo todo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

hola Carmen!
llámame Ángel, que es el de verdad :-)
Pues a lo mejor el Sr Presidente ni se ha enterado; igual ni estaba en casa.Esta gente es así, todo se lo arregla otro, en el trabajo igual.
Te veo cierta recurrencia en el tema de los vecinos :-)
ay! ¡qué poquito queda ya pa verte en la caseta de la Feria!
Besos

leo dijo...

La china sueca seguro que sabe más de lo que aparenta ;-)
De todos modos, es curioso que algunos elementos de esos, con altos cargos y elevadísimas responsabilidades inherentes a su excelsa posición, tengan toda la pinta de ser de los que huyen después de atropellarte.
Buena semana, Carmencita. Un besoteeeeeeeee.

carmen dijo...

Angel, tienes razón soy un poco recurrente con los vecinos, pero es porque todavía no he tocado a los politicos.
Leo, es que le tuve que ayudar a escribir la carta al honorable, y se me alborotó la adrenalina.
Mira, de verdad, eh.
Beso a ambos, y Dios quiera que nos veamos en la feria, porque me tienen, me tienen...

Lispector dijo...

Como la vida misma, Carmen, abundan los que supuestamente resuelven los problemas del mundo, pero entre tanto no son capaces ni de atender los asuntos de su propia casa. ¿Por qué no se irán a la luna como la perra Laica? Un beso.