Por
lo que se ve la educación está mal vista, es de pijos. No entiendo en ese caso
por qué esa obsesión porque la educación sea para todos, por conseguir un
puesto en la Universidad, por la cultura, porque todos lean... ¿Acaso quieren
tener más pijos, con lo mal que les caen?
¿Si
lo que se lleva es ponerse con las piernas abiertas y arengar a las masas, es
pegarse gritos en el hemiciclo e insultarse unos a otros en plan energúmenos? ¿para
qué tanto gasto en cultura? Sentirse orgulloso de procedencia no requiere
olvidar las riquezas de la educación. No hace falta volverse analfabeto para
demostrar que se es muy macho y muy de izquierdas.
El espectáculo
que dio Rufián en el parlamento fue de un calibre y una zafiedad tal, que no
comprendo cómo fue aplaudido en las filas de “Podemos” a no ser que esa sea la actitud
a la que se refieren cuando hablan de cultura, o que no sepan perder, o que les
gusten las pataletas.
Por
lo que se ve, no dejar hablar y reventar actos en la Universidad, es lo más
culto y democrático que se ha visto.
Para
eso nos podíamos ahorrar los colegios, la enseñanza, los libros y la educación.
Bostezar, no escuchar al adversario es lo más. Ser bestia es muy fácil e
instintivo en el ser humano, basta con dejarse llevar.
Aristóteles
se equivocó de cabo a rabo cuando habló sobre que el bien es la plenitud de la
esencia humana, cuando dijo que la evolución está en la practica de las
virtudes intelectuales y éticas, cuando dijo que convencer viene de vencer con
la palabra… En fin, paparruchadas, oye, que nosotros somos muy brutos y los
demás unos pijos.
Rufián
podría haber explicado sus argumentos con educación, con respeto, pero gusta
más lo otro, hablar como un australopiteco, porque parece ser que no ha
obtenido la cultura y la preparación para moverse entre gente respetable, y
cuando digo respetable, me refiero a que respeta, no a que pertenezcan a un
club de corbatas y botines.
Los
de “Podemos” no se levantaron a favor de las víctimas de ETA, aunque bien visto,
casi mejor, porque sí se levantaron para condenar el machismo y nada más salir
se pusieron al frente de una manifestación que llamó “puta” a Begoña Villacís (cosa
que según algunos se buscó ella por no salir por la puerta de servicio) sus
argumentos, posturas y defensas se asemejan a las de los agresores.
Y
por todo ello no entiendo que para desvalorizar a “Podemos” y sus secuaces,
tengan que recurrir a sacar el dichoso pisito de Espinar. Eso demuestra que
importa más en este país los diez mil euros de una plusvalía, que todo el caso
Gurtel, tarjetas Black, ERES, revienta actos universitarios, zafiedad en el
congreso, negar el apoyo a víctimas de ETA y llamar puta a una parlamentaria o
a cualquier mujer, que ya está bien.
Lo
sabíamos, debíamos haberlo sabido por el éxito de Telecinco, pero a veces, y por
pura necesidad, lo olvidamos.
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