sábado, 21 de mayo de 2022

Y USTED DE QUÉ SE RIE


 

 

 

 

 

Todos los años, cuando llega la declaración sobre la renta, me enrabio. En absoluto porque crea que los impuestos no son necesarios: son imprescindibles, pero deberían llevar una condición legal, la de que nadie puede ofender a un representante votado, o evitar una interpelación parlamentaria con chanzas y burlas propias de dictaduras.  Porque eso supone minusvalorar a los votantes contrarios, aquellos que también pagan a los parlamentarios ofensivos, los votantes que tienen que aguantar esa desagradables sarta de insultos torticeros. Si un representante del pueblo pregunta al presidente por el caso “Pegasus”, éste tiene la obligación legal, ética y moral, de contestar con precisión, por respeto, porque estamos en una democracia y porque nos lo merecemos, por mucha risa que le produzcan los “fachas”. Pues saben una cosa, que cuando se mofan de un representante votado por miles de ciudadanos, se están riendo de la democracia y están imitando a aquellos a los que tanto odiaron. 

Cuando hablan de fachas, “derechona” y demás calificativos, se están olvidando de que son, así por encima, ocho millones y medio de españoles entre PP y Vox, contribuyendo y soportando sus insultos. Lo pienso igual de los que insultan a la izquierda, pero con la salvedad de que el presidente del gobierno es el que primero debe respetar a los oponentes y no despreciar a los que no piensan como él, porque le guste o no, son su soporte económico ya que pagan sus impuestos. 

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