Muchas veces basta una mirada. Una mirada sostenida. Tus ojos sobre los ojos del otro. Adivinar el significado de los brillos. Leer el futuro inmediato más allá de la pupila.
Aguántate las ganas de decir muchas cosas. Aprieta los labios. Permite que las ideas circulen sin que salgan al exterior. Alarga el espacio entre las preguntas y las respuestas. Deja que los músculos se dibujen en el rostro. Manten las respiración. Piensa que el otro también piensa Analiza. Espera. No todo lo que cruza la mente puede convertirse en palabra... Entender que se puede hablar con el gesto, que el silencio a veces grita
Se guarda silencio por el dolor que es incapaz de convertirse en llanto. Silencio cuando el llanto se agota y agota al que llora.
Habría que aprender a callar: callar para escuchar, para mirar, para aprender, para covertir el silencio en cómplice. Para saber si el eco existe. Callar para saber que el silencio es el antifaz de los sonidos más hermosos.
"Cuando hables procura que tus palabras sean mejores que tus silencios" (provervio indú)
"El silencio es el único amigo que jamás traiciona" (Confuccio)
4 comentarios:
escribes muy bonito!
Qué cierto, Carmen. Considero el aprendizaje del silencio como algo muy importante en mi vida. Es difícil, pues vivimos rodeados de ruido, pero el peor, el ruido más persistente, es el de los propios pensamientos.
Lo dices muy bien y muy bonito. Sólo desde el silencio se pueden llegar a escuchar algunos de los sonidos más bellos. Y cuánto mejor nos iría si buscásemos más escuchar que hablar.
Besotesssssssssssss.
Gracias, estoicolgado y Leo. Ya creía que me había quedado sola en el blog.
Me alegra saber que hay alguien más.
Un besote a ambos.
Carmen
Gracias, estoicolgado y Leo. Ya creía que me había quedado sola en el blog.
Me alegra saber que hay alguien más.
Un besote a ambos.
Carmen
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