En el cultural de ABC viene un pequeño artículo que
dice:” La autopublicación crece el 70%.
Noticia que unos tomaran por buena y otros por malísima. Uno es libre de
autopublicarse, pero de ahí a llamarse escritor hay un trecho”
No sé quién habrá escrito esa joya pero estoy en
desacuerdo rotundamente con ella. Escritor es aquel que escribe. Otra cosa muy
diferente es si se es buen o mal escritor, pero eso son consideraciones que
escapan al propio autor, que corresponde determinarlo a los lectores y a los
especialistas. Hay miles de libros publicados, incluso best seller, indigeribles. Y sus autores se pasean por el
panorama literario como si fueran la reencarnación de Shakespeare.
Para mí es mal escritor el que no escribe, el que
utiliza el marketing y varios guionistas para escribir una saga que irá
creciendo según vaya despertando el interés en niñas, orientales, pelirrojos,
con rechazo a la lactosa, etc. Aquellos que crean personajes del país donde se
empiece a vender, y añaden ancianos o
mascotas dependiendo del estudio de ventas.
Puedo decir esto porque de mis ocho libros publicados
solo uno, lo autopubliqué en Amazon. Se
halla en el recuadro de la derecha, sí
ahí, un poco más arriba. Justo en la esquina del blog. ¿Lo veis ya? Se titula: “Un rubio en el 4ªB” Esa novela celebrada por todas las editoriales a las que
lo envié, fue rechazada por todas ellas con la misma ilusión, al tratarse de una
protagonista de 13 años que pasa el verano del 69 en Benidorm durante el año que el
hombre llega a la luna. “No interesará a las adolescentes actuales”, me
decían, “pero nos gusta su estilo. Si escribe otra novela juvenil o infantil
cuente con nosotros.” Así fue como compaginé
las novelas para adultos con el género infantil/juvenil. No me arrepiento de
haberlo hecho, me gusta mucho, me permite
librar mi imaginación y volar muy alto, tanto que a veces quisiera
quedarme allí para siempre. Soy aceptada por los niños, infinitamente más
exigentes que los adultos por la cantidad de estímulos que tienen a su alcance.
He publicado hasta la fecha 4 novelas infantiles y espero sacar otra en abril,
pero no reniego de la que he autopublicado en Amazon. Me costó conocer los
entresijos de la maquetación, las correcciones, los saltos de página etc. porque
a penas me despistaba ya me estaban hablando en inglés y me perdía. Todavía
no tenemos cultura de E book y yo no me
sé vender, solo sé escribir. “Si deja el texto gratis los viernes, por ejemplo,
a lo mejor la gente se anima,” te explican los de Amazon. No, mire usted, si no
lo compran por 2,60 euros, lo de que sea gratis o no, es pura anécdota. Los hay
expertos en ventas de libros en Amazon. Mercedes Pinto Maldonado, por ejemplo,
parece que arrasa en la red, pero no es
mi caso.
Sin embargo eso no me hace menos escritora.
Las editoriales no querían apostar por mi novela
porque transcurría en el año 69, porque las adolescentes actuales no entienden
la forma de pensar de entonces, porque …, “si metieras algo de política o del
régimen de entonces, quizá.” Pues no, oiga usted, porque, como muy bien dice,
una adolescente en el 69 era exactamente igual que una actual pero sin libertad
para hablar de sexo, con un machismo levemente menos exacerbado, pero algo
parecido. Tiene sus inseguridades y sus miedos, su rebeldía y su idealización
del mundo en el que vive, esté detrás Franco o Bill Clinton. Hay sociedades en
las que la mujer todavía está apartada del sexo y de la libertad. Pero lo que
yo quería contar era precisamente esa historia, porque el régimen que sirviera
de base era anecdótico y a mi prota le
traía al fresco en esos momentos. Porque con trece años lo único que importa es
el grano de pus que te acaban de salir precisamente cuando vas a ver a tu
vecino, el rubio del 4º B y tu amiga, la pelirroja de labios sensuales, ataca
sin piedad. Y porque es una historia real que han vivido y viven miles de
adolescentes. Ah, ¿que no es comercial?, ¿que falta un vampiro?, vaya por Dios.
¿Que usted cree que a pesar de ser buena no le va a dar pingües beneficios?,
pues me autopublico y sanseacabó. ¿Que como no conozco el mundo del marketing, ni
domino el ingles, veo mi libro colgando de una página de mi blog, como si fuera un ahorcado del antiguo oeste en
medio de la nada?, pues qué se le va a hacer. Pero no transijo en poner al
abuelo como maqui perseguido por el régimen, o una abuela lobezna porque no va de eso mi
novela.
Pero, sobre todo, ese libro no ha mermado mi
condición de escritora. Por eso animo a los que nadie publica a autopublicarse.
Aunque, eso sí, haced antes un buen curso de ventas por correspondencia, porque si no acabará
vuestro libro colgado de un árbol a las orillas del Misisipí o de vuestro blog.
6 comentarios:
¡¡¡Bravo, Carmen, no se ha podido decir mejor!!! Estoy totalmente de acuerdo contigo.Bsos, amiga.
Gracias, amiga. No dejaremos de escribir pese a quien pese.
Carmen,
te hace escribir un cuento navideño para La Guindou?
Yo te lo autopuiblico!
:)
Un abrazo,
Luis
Carmen, como siempre tu fiel admiradora. Mira que cuentas bien las cosas! y es que no sé si son sencillas o es que tú las haces sencillas, pero me congratulo cada vez que alguien explica lo que acontece con sentido común y bellas palabras. y tú lo cuentas muy bien, te publiquen o no.
Luis, no sé qué es La Guindau pero siempre dispuesta a escribir un cuento que me pidas.
Carmina, gracias por tus palabras. Tú si que no necesitas publicación. No dejes de escribir esos poemas tan buenos.
Perdona Luis es que soy de espoleta retardada. Y asé lo que es La guindou, y trataré de escribir un relato que no sea muy triste. Gracias por autopublicarme.
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