domingo, 11 de abril de 2021

NO ES SERIO

                                   

 


 Imagen: Bansky

 

Es tremendo el panorama que se nos plantea a los ciudadanos con el temita de las vacunas. Jamás había visto un despliegue tan espectacular para convencerte de algo. Y no es que rechacemos las vacunas por negacionistas, ni porque tengamos la más mínima ilusión de contagiarnos del Covid, la rechazamos porque tras las palabras de los virólogos encontramos algo así como consignas contradictorias. Es más lógico creer en ellos que en Perico el de los palotes, no digo que no. Pero ¿qué dirían de la religión católica si Dios cambiara los diez mandamientos cada semana? No, por supuesto, no nos creeríamos más que Dios, pero un cierto tufillo a consigna ventajosa por encima de nuestro beneficio, sí que notaríamos.

No hemos olvidado lo innecesario que era llevar mascarilla cuando todavía no las encontrabas en el mercado o cuando nos enviaban mascarillas defectuosas. Tampoco hemos olvidado que cuando faltaban EPIS, aconsejaban a nuestros sanitarios a que se cubrieran con bolsas de basura para atender a los enfermos contagiados de covid, mientras nos animaban para que les aplaudiéramos fervientemente con intención de encomiar su desinteresada labor.

La verdad es que no se necesita ser un genio para apreciar que si ayer era buena la vacuna de Astrazeneca para los menores de 65, y por 80 casos en toda Europa, hora es mejor probar con los de 65 y más, hay algo que no cuadra. Y lo que no cuadra, como no cuadraba lo de las mascarillas, es que de pronto la vacuna de Astrazeneca es tan peligrosa porcentualmente como que te caiga una maceta al pasar por una calle. No quiero meterme con nuestros excelsos científicos, pero reconozcan que tan tontos no somos, que no sabemos los fallecidos por pandemia, pero sí sabemos al detalle cada trombo de la población vacunada con esa marca. Aún así cambiamos al personal vacunado, o le cambiamos la segunda dosis, o lo dejamos sin más dosis porque con una sobra, y aquí paz y después gloria.

Ya solo nos falta que nos hagan cantar “Resistiré” delante de cada vacunado con Astrazéneca para darle ánimo.

No es serio. De verdad, no es serio. 

 

 


 


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