No es por faltar, pero me pregunto por qué hemos visto en la tele hasta la saciedad los sobres con balas, el cuchillo ensangrentado y demás artilugios amenazantes y nos han puesto de pasada cómo los miembros de seguridad de Pablo Iglesias, ex vicepresidente del gobierno, nada menos, pegan y lanzan ladrillos a las Fuerzas de Seguridad del Estado al que representa y del que cobra. Por qué el ministro del interior no dice nada al respecto, y por qué ocultan los medios algo tan grave como la agresión desmesurada a los que tienen encomendada la seguridad de los ciudadanos. A mí es que eso de que miembros del gobierno peguen a la policía, me parece de un “acierto electoral encomiable”. ¿Se le habrá ocurrido a Iván Redondo?
Se comprende ahora por qué la gente iba a los colegios electorales agarrado a los andadores, a las botellas de oxigeno y a lo que tuvieran a bien, por no continuar con semejante manipulación. Y aunque el día de las votaciones no se sabía aún muchas cosas de las que nos hemos enterado, la manipulación se olía a kilómetros.
Sin llegar a ser Einstein, como Monedero, ese tufillo a golpe bajo obró el milagro de Lázaro: “Levántate y anda”, y el pueblo se levantó y anduvo. Como pudo, pero anduvo.
Lo que más han ayudado han sido los análisis y las interpretaciones por parte de algunos: “lo que nos gustan los berberechos”. Oye, y se fuman un puro, porque con los berberechos ellos ya engloban, los espectáculos, los museos, los servicios, los taxis, los comercios, los bancos… Nada, nada: berberechos y tabernas.
Lo malo es que lo han convertido en mantra y ahora escucho a personas que yo consideraba inteligentes y racionales, hablando también de berberechos. ¿Será fanatismo o solo odio?
Me gusta ese análisis y esos mantras, porque mientras sigan por ese camino continuaremos yendo a votar arrastrando hasta las camas articuladas del hospital.
Muy buena jugada sr Iglesias y muy buenos argumentos. Todo arreglado porque mientras María Angels Barceló le coja de la mano para que nunca se vaya, todo quedará atado y bien atado.
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