viernes, 25 de marzo de 2022

LA ESTACIÓN ESPACIAL Y LA ALBUFERETA

 

                      

 


 

 

 

 

 

No me quito de la cabeza la inminente caída de la estación espacial con la que Putin amenaza a Europa. Bueno, a Europa y a todo el planeta menos a Rusia, que mira tú por donde, parece ser que es el único lugar en el que no caería por muchas vueltas que diese. Son listos esos rusos, de verdad. Mira que calcular desde el espacio las coordenadas precisas para que caiga en cualquier parte de la tierra menos en su casa. Son previsores y minuciosos. Pero eso, que de por sí me quita el sueño,  no es lo  peor, sino la posibilidad de que la estación espacial conjunta me caiga encima. Dicen que mide como un campo de futbol, pero que con el impacto interestelar, con la expansión al atravesar la atmosfera, la desintegración de las partículas y demás farragosas cuestiones que desconozco, se expandiría para lograr una desmesurada destrucción.

Yo vivo en La Albufereta, concretamente en la zona de costa donde el temporal Gloria, allá por el año 2020, poco antes de la pandemia, destrozó con fuerza todo lo que encontró a su alcance y cuyos daños siguen intactos en 2022, sin que el Ayuntamiento haya hecho nada por solucionarlo. Hay huecos por donde se cuela el agua del mar y llega hasta los mismos cimientos de los edificios. Una tubería de aguas fecales quedó al descubierto por el impacto, se desmoronó la plataforma por la que podrían pasar vehículos en caso de catástrofe; bomberos, ambulancias, policías y demás familia. Hay riesgo para los vecinos y las plataformas, pero el gobierno municipal hace oídos sordos a las peticiones.

Envié un guasap a “Cuatro al día” porque animaban a denunciar los casos flagrantes de dejadez administrativa. Ni acuse de recibo tuve. El Ibi sube y la atención baja, “Cuatro al día” está a por uvas y el ayuntamiento más. Si les pinchas mucho dicen que eso es de “Costas” y se lavan las manos.

La verdad es que comprendo que con lo de la guerra, el desabastecimiento, el gran apagón, la pandemia, la huelga de transportes, la reciente amistad con Marruecos y enemistad con el Sahara..., que unos edificios acaben desplomándose por falta de atención, es poco trascendente, nimio, diría yo. Pero si la estación espacial conjunta cae en la zona arrasada por Gloria desde el edificio Rocafel, hasta el edificio Vistamar, pasando por el Edificio Elios, y diéramos un parte de daños que lo incluyera todo, así, a mogollón como hacen algunos con el seguro. Lo mismo se le mueve el alma a Costas, al Ayuntamiento,  a los rusos o a quién sea menester, y nos arreglan los desperfectos como daño colateral.

Nos haríamos oír hasta los confines del espacio sideral. La televisión se haría eco de nuestras peticiones y quizá lográramos recomponer nuestro pequeño rinconcito en el que vivimos y por el que continuamos pagando IBI religiosamente.

 


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