lunes, 15 de septiembre de 2008

DESTINO 6


6


Al día siguiente, a primera hora, salí con Antonia hacia la sierra.
-Acelera- le dije-, que no puedo más.
-Tranquila, mujer, que no se va a borrar su voz porque tardemos un poco.
El corazón se me salía del pecho cuando conectamos la grabadora. Fue una gran sorpresa. Una sorpresa inesperada.
No era la voz que yo esperaba, el tono varonil y bajo que me sacaría de mí. Lee Marvin en La leyenda de la ciudad sin nombre. No, era una voz sensual, sugerente, sí. Pero…

2 comentarios:

Beatriz Montero dijo...

Acabo de descubrir que el relato está por entregas. Así que me lo he leido estilo Rayuela, desde atrás. Y fíjate, se entiende igual y guarda toda la intriga. Yo diría que hasta me gusta más haberlo leído de atrás hacia delante. Me ha encantado, como me encantan todos tus peculiares parejas literarias. Me quedo esperando más.

carmen dijo...

Bea. No me había fijado en la persistencia que tengo con las parejas raras. Me has dado una idea, recopilarlas y meditar sobre ello. Debo estar rodeada.
Besote y gracias por pasarte por aquí.
Carmen