lunes, 16 de mayo de 2016

ELVIRA LINDO

                                    






He leído un articulo de Elvira Lindo en El País sobre Camilo José Cela. Habla de  su soberbia, lo difícil  que debe resultar ser hijo de un escritor reconocido, el rechazo que tuvo el autor mencionado hacia los que él creía menos autores, más desarrapados, menos merecedores de respeto… En fin, que estaría totalmente de acuerdo con su artículo de no haber sido por el desprecio con que ella misma trató a una amiga y escritora con la que compartí libro sobre personajes literarios y autores de Madrid.
 Entre Lope de Vega, Cervantes, Gómez de la Serna, Gloria Fuertes, Pérez Galdós  o Valle Inclán, mi amiga incluyó a Elvira Lindo.
Ese fue su homenaje, a una autora que, aunque moderna, admiraba.
 Quiso, aprovechando que coincidían firmando ejemplares en la Feria del Libro de aquel año,  acercarse a su autora para hacerse una foto con el libro compartido de “Aventuras en el Madrid literario”.
Para no ser imprudente consiguió hablar con ella antes de la firma, le propuso la foto. Ella, displicente, le dijo que se pusiera en la cola como todos. Mi amiga le pidió esperarla a la terminación de las firmas, fuera de la caseta, para poder hacerse la foto juntas. Contestó, como harta de ser admirada, que bueno, y cuando la vio esperando a la terminación de firmas,  mostró un gesto de infimito fastidio, como si se fuera a contagiar del anonimato literario de mi amiga, como si ésta fuera a utilizar su fama para elevarse hasta las estrellas rutilantes de las revistas literarias.
Es probable que solo miremos hacia arriba cuando nos desprecian, y no nos demos cuenta de lo muy soberbios y despreciativos que podemos llegar a ser nosotros con los demás, con los que se encuentran en escalones inferiores al nuestro.
Elvira Lindo compartiendo Madrid literario junto a Cervantes, Galdós y Valle Inclán, y todavía se mosquea ¿Qué hubieran hecho los insignes e ilustres compañeros de capítulos al verse mezclados unos con otros?
Cela no era peor, Elvira, solo que debió mirar con superioridad a tu pareja y eso duele. No sabes cuánto, ¿o quizá lo has olvidado?
  



2 comentarios:

Paco dijo...

Quiero una foto contigo, ahora tengo coartada. Un abrazo.

carmen dijo...

En el más allá?