jueves, 14 de mayo de 2015

RENUNCIAR A QUIENES NOS EMPEQUEÑECEN





                      





Reconozco que Facebook se lleva una parte muy importante de mi tiempo. A veces me prometo que no lo voy a abrir en todo el día,  sin embargo encuentro joyas que me iluminan.
Está mañana me he despertado con dos de ellas. La primera trata sobre los caminos más sencillos para adquirir conocimientos, la segunda, sobre los tipos de inteligencia.
He recordado cuando preparaba la oposición. Mi amiga Amparo me decía que le resultaba increíble la facilidad que tenía para plantear los problemas y la incapacidad para resolverlos. Ella era una mujer muy concienzuda y por ese motivo siempre quería saber el por qué de las cosas, así que después de analizar paso a paso el momento en el que lo desbarataba todo,  llegó a la conclusión de que en pleno proceso de resolución, me dispersaba. “De pronto se te va la hoya, tía, y lo que tiene que pasar  sumando lo pasas restando sin ningún motivo. Y es a partir de ahí cuando se genera el caos y no das una.”
Ella me dio la clave y comprendí que algo le pasaba de pronto a mi cerebro que le hacía desconectar y liarla, que debía cuidar ese extremo. Hoy después de tanto tiempo pasándolas canutas, descubro en un artículo el motivo.
Por lo que se ve cada persona tiene caminos sencillos para adquirir conocimientos en función de su modo de aprender; estilo pensamiento auditivo secuencial (verbal, concreto, lineal, ordenado y preciso) o pensamiento visual (espacial).  Estás últimas son personas desinteresadas en los detalles, prefieren pensamientos abstractos y suelen realizar muchas tareas simultáneamente. Toleran bien la ambigüedad y las posibilidades de improvisar, tienen capacidad para afrontar objetivos abiertos y una falta estructural que consterna y produce malestar en quienes les rodean. Disfrutan con el trabajo que permite creatividad. En la escuela no son niños que se identifiquen con alta capacidad porque los test de aptitud tienen una gran carga de proceso secuencial, pero rara vez miden la creatividad y el pensamiento divergente, dos de las fortalezas de estos niños. Me parece, por tanto, que si son dos modos válidos de adquirir conocimientos, no se debería supervalorar uno en detrimento del otro.
Y el segundo descubrimiento del día se reduce a una máxima de Alexis Carrel “La inteligencia es casi inútil para aquel que no tiene más que eso”
Inteligencia es saber escoger, elegir el entorno, las compañías y el ambiente en el que podamos contribuir con nuestras habilidades.
Dice que si queremos ser capaces de conectar con los demás, debemos escoger a aquellos que vibren en la misma frecuencia. Tenemos que identificar nuestra vocación y buscar personas con nuestros intereses. A veces no somos capaces de fluir en un grupo, con la pareja, con amigos. Nos sentimos torpes, inútiles, incómodos y empezamos a dudar de nuestras capacidades y recursos.
Hay que renunciar a quienes nos empequeñecen. La vida es un deporte en equipo y en la que los jugadores que no encajan en uno pueden ser estrellas en otro. Debemos buscar nuestro equipo, el que nos permite participar, colaborar, sentirnos útiles, porque en ese intercambio todos ganan; el individuo y el equipo. Si después de haberlo intentado no hemos conseguido la conexión, podemos estar seguros de que la renuncia es la decisión adecuada.
La renuncia de hoy es la base del éxito de mañana.


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